Los caballos Trakehner tienen su procedencia en Prusia del Este, en una región que perteneció a Alemania, después a Rusia y actualmente es una parte de Polonia. Sin embargo, a esta raza se la sigue conociendo como «El caballo de Sangre Caliente Pruso del Este»
Es una de las razas de caballos de sangre caliente más antigüas del mundo. Están muy asociados a la equitación y son de gran importancia en el mundo del deporte equino y la doma clásica. Siempre hay ejemplares Trakehner en los torneos internacionales y nacionales.
¿Lo conocemos un poco mejor?
La raza Trakehner ha cosechado muchos éxitos olímpicos, en especial en doma clásica y en concurso completo. Pero no destaca únicamente en el deporte, sino que es un equino muy adecuado para la conducción y el ocio. Estamos por tanto ante un equino versátil.
Como dato curioso, en la ciudad de Verden en la Baja Sajonia, existe una estatua de Tempelhüter, un semental famoso de la raza.
¿Cómo son?
Estamos ante unos equinos de porte muy elegante y noble, con una altura a la cruz que va desde 162 cm hasta 168 cm. Su cabeza, de perfil rectilíneo, esta bien proporcionada y tiene una frente ancha y ojos grandes. Sus extremidades y articulaciones son fuertes y terminan en unos cascos duros. Además la longitud, más bien corta, de su caña le hace estar más próximo a la tierra.
Otra característica de la razas son sus potentes cuartos traseros, que lo hacen destacar en las carreras de saltos de obstáculos.
El pelaje de esta raza, puede ser cualquiera de las capas sólidas, destacando las capas castañas, alazanas, castañas oscuras y negras.
Hubo un tiempo que entre los caballos de sangre caliente, como es la raza que nos ocupa, se trato de que no hubieran capas pías. Los Trakehner fueron la excepción.
Como otro dato curioso en cuanto al pelaje, al inicio de comenzar la cría de la raza, se tenía muy en cuenta el color de su capa pues según su variedad se consideraba que tenían rasgos fisiológicos diferenciadores. Por ejemplo, las yeguas de capa castaña decían que eran sensibles, de gran potencial y elegancia. Se creía que eran descendientes de un Semental Pura Sangre Inglés y única línea procedente de la raza Hannoveriana fundada por un semental Trakehner.
En cuanto a su carácter, a veces demuestran poseer una gran sensibilidad, fortaleza y resistencia. Esto les ha dado fama de caballos difíciles pero que bajo su jinete se convierten en un animal fiable.
Un poco de su historia
Cuando la región fue colonizada por la Orden de los Caballeros Teutones en el siglo XIII. Comenzó a criarse un pequeño equino local denominado Schewiken. Eran caballos que destacaban en su resistencia y flexibilidad, procedentes de la raza Konik y del primitivo Tarpán. Estos equinos fueron cruzados con caballos orientales y así nació el Caballo Pruso del Este.
Sin embargo para hablar del origen oficial de la raza, debemos ir unos siglos hacia delante. En 1732, Federico I de Prusia funda una ganadería de caballos de silla en la ciudad de Trakehnen. El objetivo de la raza era servir de montura para el ejército y al mismo tiempo ennoblecer la raza local: los equinos Schweiken. Para lograrlo, se decidió cruzar la raza local con purasangre ingleses y árabes, dando como resultado a la raza Trakehner y a la Yeguada Trakehnen.
Hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial, los ejércitos consiguieron un buen caballo de refresco para viajar y querían continuar en la búsqueda de un equino que cumpliera todas sus expectativas: una raza resistente a las adversidades de la guerra, valiente para soportar los ruidos de la batalla sin temor y visualmente atractiva pues debía ser montura de oficiales. Bajo todo ello, la raza terminó de tomar forma.
Además de ser destinado a ser caballo de montura, los granjeros descubrieron que era un animal con buenas aptitudes para el trabajo y que requería poco mantenimiento. De manera comenzó a ser criado también como caballo de trabajo lo que no tardaría en derivar a convertirlo en un caballo elegante de tiro para carruajes más selectos.
De manera que nos encontramos ante dos versiones de la misma raza, pero ambas con buenas aptitudes como caballo de silla. Poco a poco estas dos versiones fueron mezclándose, consolidando la actual raza Trankener.
Durante la Primera Guerra Mundial, los caballos Trakehner tuvo una reducción considerable en su número de ejemplares. Recayó en los criadores la gran tarea de conseguir remontar las cifras y devolver la calidad a la raza. Sin embargo, las duras condiciones climáticas y la invasión del ejército ruso hizo que la gente tuviera que abandonar su hogar y su vida. Por tanto los criadores no pudieron hacer su trabajo. En 1944, se evacuó la principal yeguada de Trakehnen, al rededor de 800 yeguas, sementales y potros fueron hacia Rusia.
Para cuando la gente de Trakehnen pudo huir, solo un puñado de caballos de la raza que con tanto cuidado habían criado, habían sobrevivido. Pero gracias a algunos criadores, la raza consiguió seguir adelante no así su lugar de origen, pues Trakehnen no existe hoy día.
Algunos de estos equinos fueron llevados a Kirov donde surgiría el Trakehner ruso.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la raza estuvo nuevamente en peligro de extinción. La guerra y la hambruna en Alemania hicieron que muchos equinos murieran o fueran sacrificados para carne. Se salvaron al ser trasladados ejemplares a Alemania. Allí se registraron y comenzaron a ser criados consiguiendo caballos muy equilibrados. En 1947 se estableció la Asociación de la R.F.Alemana de criadores y amigos del caballo Sangre Caliente de origen Trakehner. La raza comenzó a ser restaurada, empezando por buscar y reunir aquellos ejemplares que habían sobrevivido. Sugiría en Alemania la Gesellschaft de Trakehner, una asociación para promover la raza que se extendería al mundo entero.
Los Trakehner fueron utilizados para mejorar otras razas equinas de competición como es el caso de los caballos hannoverianos.
Hoy en día es una raza que va en aumento tanto en ejemplares como extendiéndose por el mundo. En Alemania por ejemplo, hay registrados en torno a cinco mil ejemplares.
Espero que hayas disfrutado leyendo este artículo tanto como yo escribiéndolo.