
En el mundo del caballo tenemos la suerte de contar con numerosas razas que otorgan una especial singularidad a este bonito animal. Pero, existe una en concreto, que brilla con luz propia debido a su majestuoso porte y su robustez. Hablamos del inconfundible caballo percherón.
Origen
El pasado de este caballo se tiñe de tintes franceses. Originario de la provincia de Le Perche, próxima a Normandía (Francia), fue un animal empleado en las labores del campo para tirar de aperos de labranza, carros, etc., debido a su enorme fuerza.
Los expertos en equinos aseguran que el caballo árabe protagonizó un papel muy importante en el nacimiento de esta novedosa y particular raza. Como dato curioso, se dice que los padres del caballo percherón fueron un macho llamado Jean le blanc y una bonita yegua, los cuales fueron cruzados en Le Perche a comienzos del siglo XIX.
Poco a poco, fueron muy populares en toda Francia, y esta fama se extendió al resto del mundo, especialmente en Estados Unidos. El número de ejemplares aumentó con notoriedad a raíz de la Segunda Guerra Mundial, ya que eran necesarios para portar cargas de materiales pesados con los que se reconstruyeron calles y edificios de ciudades, pueblos, etc.
Además de su uso agrícola, este caballo se ganó un lugar como caballo del correo y de carruajes urbanos, arrastrando ómnibus y diligencias gracias a su tranco amplio y su capacidad de tiro. Tras la mecanización del campo y del transporte, su población descendió, pero su docilidad, inteligencia y capacidad de aprendizaje lo reposicionaron en actividades de ocio, enganche, exhibiciones y turismo rural. Comunidades de criadores tradicionales y aficionados comprometidos contribuyeron a preservar la raza en tiempos de cambio.
Características del caballo percherón
Como comentábamos al principio, este tipo de caballo es muy característico y singular. Hace gala de una anatomía poderosa y una gran belleza.
Tiene una cabeza bastante alargada, pero para nada descompensada, más bien elegante. Su frente es ancha, que contrasta con sus pequeñas orejas. Los ojos son bastante grandes.
El cuerpo es más bien corto, ancho y claramente musculoso. La espalda se encuentra ligeramente arqueada, y el pecho es también ancho. A pesar de ser un animal de grandes dimensiones, las patas son cortas finalizadas en unos cascos grandes y muy resistentes.
El pelaje más común es aquel de tono negro o gris tordo, mientras que aquellos ejemplares de color morcillo o roano son casos excepcionales. Cuentan con una crin abundante y una larga cola. Pese a su corpulencia, el percherón destaca por su agilidad y por una resistencia notable que le permite mantener buen ritmo de trabajo durante largas jornadas.
Son caballos muy dóciles y resistentes, por lo que se adaptan a todos los climas. Su potente energía hace de él el equino perfecto para las labores de tiro y transporte. A nivel de longevidad, suelen alcanzar una esperanza de vida en torno a los 25 años con buenos cuidados.
Talla y peso
En cuanto a su talla, podemos distinguir dos tipos distintos de caballo percherón: el de alzada pequeña (el nivel de cruz se encuentra entre el 1.50 y 1.65 metros) y el de alzada grande (el nivel de cruz se encuentra entre el 1.65 y el 1.80 metros).
Dependiendo de la talla, tendremos también un peso u otro. Los animales de una talla menor suelen rondar los 500-800 kilos, mientras que los más grandes alcanzan los 700-1200 kilos.
- Cabeza: perfil recto, ojos expresivos, orejas cortas y móviles.
- Cuello: corto, ancho, arqueado y musculoso.
- Tronco: pecho amplio y profundo, dorso firme, grupa redondeada.
- Extremidades: cortas, muy musculosas y con cascos grandes y duros.
- Pelaje: predominan negro y gris; castaños y roanos son menos frecuentes.

Temperamento y capacidades
En comparación con otras razas de tiro, los percherones combinan fuerza, velocidad relativa y obediencia. Su temperamento tiende a ser tranquilo y confiable, lo que facilita el adiestramiento y la convivencia. Son sensibles a un manejo respetuoso, por lo que conviene reforzar con refuerzo positivo y trato paciente.
Estos caballos son idóneos para trabajos de tiro y transporte de cargas pesadas, pero también se adaptan al enganche deportivo, a exhibiciones y a actividades de ocio. Pueden mantener ritmos constantes durante tiempo prolongado y se han documentado recorridos diarios que superan con holgura decenas de kilómetros en condiciones adecuadas.
Usos y disciplinas del percherón hoy
Históricamente, el percherón fue caballo de guerra y de tiro. En la actualidad, es habitual verlo en:
- Agricultura sostenible y trabajos forestales de bajo impacto.
- Enganche en modalidades de concurso y exhibición.
- Turismo rural, rutas y paseos en carruaje.
- Actos ceremoniales y desfiles por su porte imponente.
- Monta recreativa en centros que valoran su nobleza y comodidad.
En disciplinas de alta velocidad o salto, su rendimiento es lógicamente inferior al de razas más ligeras (como los pura sangre o los árabes), pero brilla allí donde se valora la potencia, la regularidad y la presencia.
Cuidados y mantenimiento del caballo percherón
El buen cuidado de un percherón implica atender tanto las necesidades físicas como las emocionales. Al ser una raza de gran tamaño, exige espacios amplios para moverse y rutinas de ejercicio regulares que mantengan su masa muscular sin sobrecargar articulaciones.
- Hábitat: paddocks o prados extensos con sombra y refugio; cama cómoda y seca si pasa horas estabulado.
- Ejercicio: caminatas diarias, trabajo de cuerda y sesiones de enganche o monta de baja a moderada intensidad.
- Manejo: sesiones de grooming diarias para mantener piel y pelaje; revisión de crines y cola para evitar enredos.
- Herrado: cascos grandes que requieren herrería experta y recortes regulares para prevenir cojeras.
- Veterinaria: desparasitaciones, vacunación y revisiones dentales periódicas para masticación eficiente.

Alimentación y salud
Una dieta adecuada es clave para su rendimiento y bienestar:
- Base fibrosa: heno de calidad y pasto fresco como soporte principal.
- Energía complementaria: piensos o cereales ajustados al nivel de actividad y condición corporal.
- Minerales y vitaminas: bloques o suplementos cuando el forraje no cubra requerimientos.
- Agua: acceso continuo a agua limpia en abundancia.
Debido a su masa, conviene vigilar articulaciones, tendones y el metabolismo. La buena gestión del peso, la calidad del forraje y el ejercicio constante ayudan a prevenir problemas. En ejemplares de trabajo intenso, el soporte con electrolitos y una correcta recuperación tras las sesiones resulta beneficioso.
Equipo y material hípico recomendado
Por su conformación, el percherón agradece equipamiento específico:
- Silla de montar con canal ancho y buena superficie de apoyo, que reparta presiones.
- Cabezadas y filetes dimensionados a su cráneo robusto, con acolchados suaves.
- Arneses de enganche reforzados, ajustados de forma que no limiten hombros ni cruz.
- Herraduras adaptadas a su peso y uso, con materiales que ofrezcan agarre y durabilidad.
- Higiene: champús y acondicionadores que mantengan el manto brillante y la piel sana.
Diferencias con otras razas de tiro
Frente a otras razas de tiro como Clydesdale y Shire, el percherón se caracteriza por un equilibrio muy práctico entre potencia y agilidad. El Clydesdale, con sus llamativas plumas en las extremidades, luce en desfiles y exhibiciones; el Shire, de talla colosal, ofrece fuerza extraordinaria pero puede ser menos versátil en determinados entornos. El percherón, con apariencia más sobria y limpia, resulta polivalente para trabajo diario, enganche y actividades recreativas.
El caballo percherón belga
Durante años, los equinos conocidos como caballos de tiro belga se han criado en un pequeño pueblo de este país europeo llamado Ranst, tal y como se hacía en la antigüedad (en verdes prados, con alimentos naturales, etc.). Esto ha provocado que el caballo percherón belga sea uno de los de apariencia más poderosa.
Surgió a comienzos del siglo XVII, y fue registrado como raza propia en época moderna. No tardó en extenderse a otras zonas del continente europeo, e incluso, a América. Sin embargo, a día de hoy es un caballo que cuenta con un escaso número de ejemplares ya que son muy pocos los criadores que han optado por dedicarse a este equino.
Son caballos altos, alrededor del 1.70 los ejemplares adultos. El cuerpo es bastante voluminoso, con un gran cuello musculado y una espalda corta. La piel es gruesa y basta, perfecta para soportar inviernos duros.
El carácter de estos animales suele ser vivaz, con un gran coraje. Frente a otras líneas, el belga tiende a una corpulencia notable que favorece el tiro pesado.
El caballo percherón español
La expansión del caballo percherón no pasó desapercibida en la Península Ibérica, y este bello animal también hizo su aparición en España.
En territorio hispano, el caballo percherón también realizaba labores de campo, y posteriormente también fue reconocido por aparecer frecuentemente en espectáculos taurinos.
Al igual que sus parientes del norte, goza de un cuerpo y complexión prominente, pero quizás tenga un tamaño ligeramente menor a la de estos, debido a que, además de esos genes árabes y franceses, también se introdujeron los del caballo de raza flamenca. Hoy, su presencia es valorada en ferias ganaderas, exhibiciones de enganche y proyectos de turismo rural, donde su nobleza y estética generan gran interés.
El caballo percherón supremo
El afán de muchos criadores por superarse puede llegar a términos insospechables, y esto ha ocurrido en el caso del caballo percherón.
Si ya de por sí, este animal es uno de los más fuertes físicamente y de mayores dimensiones que se conocen, existe una variedad que va aún más allá. Nos referimos al conocido como caballo percherón supremo.
Este animal no es muy común, pero sí ha conseguido colarse entre los animales más grandes del planeta. Se han catalogado ejemplares de hasta 1.93 metros de altura, ¡casi nada!
No cabe duda que el situarse frente a uno de estos equinos impone, y mucho, lo que nos hace pensar que estamos ante una criatura de fantasía.
¿Cuánto cuesta un caballo percherón?
Por regla general, los caballos son uno de los animales más caros a la hora de adquirirlos. Su precio depende de muchos factores: la raza, edad, sexo, origen de procedencia, etc.
En el caso del caballo percherón no iba a ser distinto. Eso sí, a su favor hay que decir que este equino no suele tener un costo de compra tan elevado como algunos de sus parientes. Por regla general, podremos obtener un percherón por unos 4000-8000€.
Además del precio de adquisición, conviene valorar el coste de mantenimiento: alimentación de calidad en volumen acorde a su talla, herrería regular, material hípico específico y cuidados veterinarios preventivos. Ejemplares con adiestramiento o historial de exhibición, líneas de cría determinadas y aptitudes de enganche consolidan precios superiores.
El caballo percherón más grande del mundo
Hace unos años, Shereen Thompson, una modesta granjera canadiense, mostró a la luz uno de sus caballos percherones, Poe.
El pequeño Poe, le llamamos pequeño en tono irónico, fue noticia debido a su aspecto. Este animal se ha colgado la medalla del caballo más grande del mundo. Posee una estatura de 3 metros y un peso mayor de dos toneladas. Además, sus patas miden cerca de dos metros, rompiendo el prejuicio que tachaba al caballo percherón de animal ‘paticorto’. Un caso realmente extraordinario.
Mantener un animal así no ha de ser muy fácil, de hecho sus dueños aseguran que su alimentación consta de más de dos fardos de heno diarios, cuatro kilos y medio de cereal y grano y algo más de 200 litros de agua.
Consejos prácticos para tutores y jinetes
Para quienes conviven o trabajan con un percherón:
- Planifica el trabajo en sesiones progresivas, incluyendo calentamiento y vuelta a la calma.
- Controla la condición corporal para evitar sobrepeso, que impacta en articulaciones.
- Vigila el ajuste del equipo con revisiones periódicas de la silla y del arnés de enganche.
- Educa con calma: su carácter dócil responde mejor a rutinas claras y refuerzo positivo.
- Prevé descansos y acceso constante a agua, especialmente en jornadas de trabajo o calor.
Un último apunte: aunque su imagen esté asociada al tiro pesado, la combinación de temple, nobleza y resistencia hace del percherón un compañero versátil, capaz de lucir en el campo, en la pista y en el paseo, manteniendo la esencia histórica que lo convirtió en una de las razas más admiradas del mundo ecuestre.





