Los caballos, al igual que muchos animales, deben estar identificados mediante una reseña o un microchip para que estén legalmente documentados. En los caballos el microchip es diferente al de, por ejemplo, los perros, ya que éste debe ir colocado en el cuello y se trata de un dispositivo inyectable que debe de cumplir las normas ISO.
La reseña de un caballo es el documento que sirve para identificar a un caballo y legalmente lo deben tener todos. Consta de las características que tiene el equino, como puede ser color, marcas, remolinos, algo genuino que lo identifica. A parte de todo ello hay que tener el libro sanitario con todos los detalles.
En cuanto al microchip o identificación electrónica es uno de los avances de los últimos años. Consiste en un dispositivo inyectable que se implanta mediante una jeringa, formándose posteriormente en torno a él una delgada capa de proteína que lo deja fijo en el sitio de implantación. Su autonomía es ilimitada y puede durar dentro del caballo más de cincuenta años.
Cómo se coloca el microchip
Primeramente hay que verificar el funcionamiento del microchip dentro del blíster y comprobar que la numeración obtenida coincida con los de las etiquetas con código de barras. Antes de implantarlo le aplicaremos un antiséptico antimicrobiano. El microchip tiene que ir al lado izquierdo del cuello del caballo, un palmo por debajo de la línea de crin.
Posterior se coloca la aguja en un ángulo de 90º con respecto a la piel del cuello y se introducirá sosteniendo firmemente con la otra mano el cuero. Así evitamos un posible movimiento brusco del caballo retire la jeringa involuntariamente. Empujar el émbolo lentamente hasta el final de su recorrido, comprobando en este punto que el mismo quede trabado haciendo clic.
Finalmente se retira la aguja al mismo tiempo de la aplicación, presionando con el dedo el punto de inoculación. Escanear el cuello del caballo para comprobar la correcta aplicación y lectura del microchip.