Lesiones más comunes al montar a caballo

lesiones típicas al montar a caballo

La equitación es una actividad deportiva donde el jinete trabaja muchas zonas físicas. Ayuda a tonificar los músculos, a mantener una buena postura y también es un buen ejercicio cardiovascular. Además, por supuesto, de los beneficios mentales que aporta, como despejar la mente.

Es una actividad donde el equilibrio entre caballo y jinete debe ser perfecto. Hay una gran variedad de modalidades deportivas dentro de la equitación, cada una con sus peculiaridades en cuanto a preparación física, entrenamiento de jinete y caballo, equipamiento, etc. Y por tanto hay algunas lesiones más frecuentes en una u otra disciplina, pero en general de esta práctica deportiva derivan el mismo tipo de lesiones independientemente de la modalidad que se practique.

En equitación tanto el jinete como el caballo pueden lesionarse, sin embargo hoy vamos a centrarnos en las lesiones del jinete y en cómo prevenirlas ¿Preparados?

Se puede creer, sobre todo aquellos jinetes ocasionales, que la práctica de este deporte no requiere grandes exigencias físicas por su parte. Este es un error bastante común que puede llevarnos a tener lesiones musculares y de los tendones por esfuerzo excesivo, heridas y/o fracturas por caída al desconocer la técnica para montar a caballo.

Por eso queremos remarcar que la práctica de la equitación, sobre todo de manera inadecuada y sin el equipo necesario, puede provocar lesiones muy graves como traumatismos cranoencefálicos, fracturas vertebrales, lesiones medulares u otro tipo de lesión que puede dejar secuelas. De manera que vamos a conocer cuáles son los riesgos de montar a caballo y, lo más importante, cómo evitarlos o reducir los daños.

Lesiones provocadas por el caballo

Es necesario preparar al caballo antes de realizar cualquier modalidad de hípica, durante este proceso podemos padecer algunas heridas por diferentes causas como rasguños con el entorno, mordeduras o pisotones por parte del caballo. Y, por supuesto, las conocidas coces.

Durante todo el proceso de preparación del equino, debemos estar atentos a las reacciones del animal para evitar todas estas lesiones que pueden ser consecuencia de que el animal se asuste y se mueva hiriéndonos.

Lesiones por el caballo

Lesiones debidas a un equipamiento no adecuado

Todos los deportes tienen un equipamiento necesario no solo como distinción de dicho deporte sino que están pensados para ayudarnos a realizar una practica adecuada y segura del mismo. En equitación son necesarias: las botas, los pantalones de montar, guantes, casco y chalecos protectores. En algunas ocasiones también es recomendable el uso de gafas en aquellas actividades realizadas en campo abierto.

No utilizar el equino adecuado puede provocar: heridas en las manos, lesiones o erosiones en las pantorrillas, irritaciones en las piernas y las nalgas, traumatismos por golpes en la cabeza, etc.

Lesiones por caída del caballo

Una de las causas más habituales que derivan en lesiones en los jinetes, es la caída del caballo. Las lesiones más comunes en estos casos son las roturas de huesos como de las costillas, clavícula o vértebras.

En muchas ocasiones también se producen fracturas en los huesos de las manos o luxaciones en el húmero al tratar de agarrarse a las riendas durante la caída. Este acto reflejo se produce tanto para tratar de no caerse como para que el animal no se escape. Hay cierta controversia entre si el acto de sujetar las riendas es bueno o no, ya que puede producir lesiones en las manos y la columna, pero por otro lado, frena la velocidad de la caída y suele evitar golpes en la cabeza ya que en muchas ocasiones nos hace caer de pie.

Es inevitable caerse del caballo en algún que otro momento, sin embargo lo que si podemos es prevenir las lesiones que puede provocar la caída llevando un equipo adecuado, donde el casco es fundamental.

Lesiones por descompensación de musculatura

Al montar a caballo se tonifican una gran cantidad de músculos como por ejemplo los abdominales, los glúteos o la espalda. Sin embargo, en los jinetes profesionales o habituales, son comunes ciertas dolencias derivadas de montar a caballo, en especial en la zona lumbar. 

lesión zona lumbar

Hay que tener en cuenta que al practicar la equitación, se desarrollan bastante algunos músculos, mientras que los músculos contrarios no se trabajan y por tanto no se desarrollan. Y esto hace que la musculatura se desequilibre desembocando en dolencias y problemas crónicos de espalda y/o bloqueos articulares en la columna vertebral.

Para reducir el riesgo de parecer estas lesiones es necesario trabajar los músculos para aumentar su masa ¿Cómo? realizando ciertos ejercicios que elevan el porcentaje de masa muscular de nuestra espalda para evitar que la monta a caballo repercuta en nuestra columna. Esto no es algo aislado de la equitación, sino que se da en muchos deportes, por ello un entrenamiento completo del cuerpo es fundamental para los deportistas.

Pongamos un ejemplo para que quede claro. Al montar a caballo se trabaja mucho el bíceps, los flexores de la muñeca y los dedos, los trapecios y los erectores de columna. Por tanto se deberían realizar paralelamente ejercicios que trabajen el tríceps, los extensores de la muñeca y los dedos, los pectorales y los abdominales. De esta forma evitaríamos lesiones por descompensación en esas zonas de nuestro cuerpo.

Otras lesiones habituales

Las rodillas

Esta parte de nuestras piernas es una de las que más se pueden resentir de la práctica de la equitación, pues la postura en plie junto a llevarlas pegadas al cuerpo del animal, hace que los ligamentos sufran.

Músculos de las piernas

Los aductores de los muslos debido a su uso para sujetarse y manejar al caballo, pueden sufrir bastante y producirse roturas fibrilares.

Los músculos de los gemelos y el tendón de aquiles, según como se use el estribo, pueden lesionarse.

Las caderas

Debido a la apertura de piernas necesaria para montar a caballo y dependiendo del golpeteo que sufra el jinete, puede llegar hasta luxar las caderas en ciertas ocasiones.

Aún con todo, que no cunda el pánico, con una buena preparación y con prudencia, se puede montar a caballo de manera segura y saludable. Y, por supuesto, en caso de padecer problemas de espalda es conveniente consultar con un médico antes de practicar equitación.

Espero que halláis disfrutando leyendo este artículo tanto como yo escribiéndolo.


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