Tu primera clase de equitación

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Ésta va a ser tu primera clase de equitación. Quizá ya te habías montado antes en un caballo, cuando eras más pequeño; seguramente a paso y con un mozo llevándote del ramal. Pero es la hora de la verdad; el momento de aprender los secretos de la monta a caballo.

Es tu primera sesión, así que por ahora no toca enjaezar al caballo, y ya te lo dan preparado. Ya en el picadero cubierto, con una breve explicación sobre cómo subir al caballo, estás arriba. Es una sensación estupenda ¿verdad? Ahora a nivelar los estribos. Aunque se haga pie a tierra, pueden no quedarte bien, lo cual corrige el profesor desde abajo. Esto sucede porque, al usar un caballo de escuela, este ha sido montado por más gente todos los días, que han necesitado nivelar los estribos también. Si contaras con un caballo en propiedad, solo habría que hacer esto la primera vez que montas en la silla.

 ¿A qué me refiero con nivelar los estribos? Muy sencillo. Los estribos están sujetos a unas tiras, que pueden estar hechas de muchos materiales, llamadas aciones. Éstas pueden ser ajustadas para regular su longitud, ya que cuentan con una hebilla, y un gran número de agujeros. Dependiendo del tamaño del jinete, y de su pierna, necesitará un largo distinto. Como media, estarían bien si la base del estribo va a la par con tu tobillo.

Con todo perfectamente revisado y preparado, es hora de partir al paso. Esto va a cumplir una doble función, ya que los caballos deberían comenzar y finalizar la sesión a paso; para ir calentando y luego para destensar. Y digo doble función, porque tú, jinete inexperto, solo puedes ir al paso. Por eso mientras los músculos del caballo se preparan para el trabajo, tú estás aprendiendo a asentar tu equilibrio encima del caballo, y avanzar bien al paso. Ya se acelerará más tarde ¿acaso hay tanta prisa?

Durante veinte minutos te mantienes a ese paso calmado, ya intentando alargarlo bajo las órdenes del instructor. Por suerte, te ha tocado un caballo poco sensible a las ayudas, por lo que no es sencillo que suba de paso a trote. Además, es el momento en el que el profesor te da todas las instrucciones pertinentes sobre la posición encima de la montura, la absorción de los movimientos del caballo, y los fallos que cometes. Con esto se busca asentar unas buenas bases.

Luego de esos veinte minutos, toca avanzar un poco. Todavía es pronto para controlar bien los cambios de aires, y además en un caballo poco sensible, por lo que es el profesor quien provoca la transición a trote. El trote es el aire más difícil de absorber con los isquiones. Cuando estás encima, percibes un movimiento a dos tiempos. Por ello, mientras no cojas práctica, irás botando sobre el dorso del caballo. Tienes que procurar bajar bien los talones, para que no se te suelten los estribos (tranquilo si al principio se te salen, es normal). Ahora se trata de ir haciendo transiciones paso-trote, para que vayas cogiendo confianza. Todo ellos sumado a la múltiples correcciones de postura que son inevitables en la primera clase ¡Ánimo! Pronto le cogerás el tranquillo.

Y así termina la sesión de hoy. Tu primera monta ¿A que es emocionante? Bajo la atenta mirada del profesor, es a ti a quien te toca desensillar al caballo. Tranquilo, es algo muy fácil. Para quitar la cabezada, solo tienes que desabrochar el ahogadero y la muserola, y sacar la cabezada de las orejas. Con la silla, colócate en el lado izquierdo del caballo. Siempre se opera desde el lado izquierdo del caballo. Levanta el faldón, y suelta la hebilla de la cincha. A continuación, agarra la silla por ambos borrenes, y llévala al guadarnés.

Ahora toca duchar al caballo. Es su recompensa por un trabajo bien hecho. Para ello utilizaremos una manguera. Pon el dedo en la boquilla para que el agua salga con más presión hacia adelante, y comienza por las patas del caballo. Salvo escasas excepciones, el agua de las duchas de los caballos está realmente fría. Por eso es importante no empezar directamente por su dorso y grupa, e ir acostumbrándolo a la temperatura por las patas. En invierno algunos centros hípicos no duchan a los caballos, pero si ese es tu caso, y en en tuyo se hace, nunca lo dejes mojado, sécalo bien. Si el caballo entra mojado a la cuadra, y le coge el frío, puede llegar a sufrir un cólico.

* Esto es solo un ejemplo de lo que podría ser una primera clase de equitación para muchas personas, pero en absoluto es ejemplo de cómo se hace en todos los sitios. Nos estamos refiriendo más a hípicas amateur con muchas clases y caballos que son montados por muchos niños.


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