Una de las situaciones más bonitas para los amantes del caballo es la reproducción para llegar a criar un potro con las mismas características, bien del padre o la madre. Sin embargo, antes de la reproducción hay que tener en cuenta muchas situaciones y circunstancias así como adquirir los conocimientos básicos.
La yegua, normalmente, puede comenzar su reproducción a partir de los tres años, aunque algunas veces se puede adelantar. Es en primavera el momento idóneo para la fertilidad, el aumento del calor estimula las hormonas reproductivas cesando durante el otoño, ya que las yeguas tienen ciclos ováricos, aunque en algunas ocasiones el hombre mediante luz artificial y alimentación especial puede adelantarle los ciclos con calor.
Hay tres tipos de reproducción: monta libre, donde todos los caballos conviven juntos en pastoreo; monta dirigida, donde el semental se mantiene estabulado y muy bien alimentado; inseminación artificial, mejora un mejor control de la reproducción y trasplante de embriones, para una reproducción de alta calidad.
El ciclo dura 21 días y la hembra permanece en celo por un lapso de 5 días. La ovulación se da entre las 12 y 36 horas después de haberse iniciado el celo. El periodo de gestación está entre los 11 y los 12 meses.
Las yeguas, durante su gestación, pueden ser montadas sin sufrir ningún riesgo durante los primeros 6 meses, pero después de esta fecha puede incluso provocar la pérdida de la cría que está por nacer. Además durante los últimos 3 meses se requiere comida extra, especialmente rica en proteínas, para facilitar el desarrollo del embarazo.
Mayormente el nacimiento del potro llega sin problemas en un cuarto de hora, aunque primeramente la yegua ha pasado por varios periodos antes de parir. Si todo ha ido bien el potro a la hora de nacer ya se pondrá de pie. Reconocen a su madre por el olor y los primeros días se alimentará de ella.
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