Hablar de la raza Shire es hablar de uno de los caballos más potentes y resistente que existen, no es un caballo ágil debido a su tamaño pero todo ello se le compensa por la inmensa fuerza que posee. Cuenta con unos cuartos traseros musculosos y un pecho ancho. Se suelen distinguir muy bien porque la mayoría cuenta con las extremidades inferiores cubiertas de pelo largo y sedoso tapando los cascos que son redondos y fuertes.
El caballo Shire tiene una cabeza grande con un perfil convexo, es decir carrilleras redondeadas y grandes y su anatomía en sí es musculosa y redondeada, como si fueran percherones. Se trata de una raza muy dócil, estable y voluminosa con una alzada que oscila entre los 1, 65 a 1,91 metros de cruz. La capa de su pelaje, en la mayoría de los ejemplares, es negro, castaño claro y oscuro.
Data sus orígenes desde el siglo XIV cuando fueron importados cien caballos lombardos directamente desde Inglaterra para ser cruzados con las yeguas nativas del condado de Shire, su propósito era criar una raza que fuera capaz de soportar a una montura con su armadura. De ahí se tenga la creencia que incluso el Shire pueda descender de la época medieval.
Posterior se emplearon para los agricultores que necesitaban un caballo potente y resistente capaz de tirar del carro y labrar sus tierras y ser el caballo de tiro perfecto para llevar pesadas cargas en los carros por pésimos caminos.
Fue en el siglo XIX cuando formó parte activa de la vida agrícola inglesa y en el trasporte de mercancías entre el puerto y la estación de ferrocarril. Como fue tan fundamental esta raza en Gran Bretaña de ahí que en 1882 se publicó el primer libro de orígenes con el registro del pedigrí de los productos.
Actualmente son populares en las ferias y exhibiciones. Los criadores cruzan a estos ejemplares con caballos de sangre templada o purasangres para producir caballos de competición con temperamentos estables.