¿Conoces la Feria del caballo? Los caballos y los humanos llevamos juntos mucho tiempo, tanto, que hemos podido comprobar una y mil veces lo asombrosos que son estos animales. Su fuerza, su elegancia y su inteligencia los han convertido en unos compañeros indispensables para muchas personas, quienes no dudaron en rendirles homenaje cada vez podían.
Ahora, en muchos pueblos y ciudades de España, al menos una vez al año los jinetes pueden presumir de sus equinos ante el asombrado público. Pero si hay algún evento que sea especialmente conocido, esa es la Feria del Caballo, celebrada en Jerez de la Frontera. Esta cita, declarada de Interés Turístico Internacional, convierte la ciudad en un lugar de encuentro donde el caballo, el flamenco y el vino son protagonistas, y el Parque González Hontoria se transforma en un Real luminoso y vibrante.
Orígenes e historia de la Feria del Caballo

Para hallar los orígenes de esta Feria tenemos que remontarnos en la Edad Media, hacia mediados del siglo XIII, en Jerez de la Frontera. Por aquella época, la corona otorgaba un período excepcional en el que los ganaderos podían cerrar tratos sin tener que pagar impuestos, algo que favorecía la llegada de un gran número de tratantes provenientes de toda la comarca; aunque quizás este no era el único motivo, ya que además de la Feria del Caballo, era también la del ganado, que ayer, como hoy, se celebraban paralelamente.
Gracias a un documento fechado el 13 de septiembre de 1481, podemos saber dónde se ubicaba: desde la Puerta del Real hasta calle Francos, incluyendo la Plaza de la Yerba. Por esas calles hacían carreras de caballos, o las Batallas de las Flores, dos tradiciones que se han perdido.
Con el paso de los siglos, el formato fue evolucionando desde feria de ganado hacia una gran muestra abierta a la ciudadanía. Ya en el siglo XIX se incorporó un enfoque más lúdico y expositivo, y se organizaron comisiones de feria que fueron dando forma a la celebración moderna. Aun cuando algunas costumbres históricas desaparecieron, se mantuvieron pilares que hoy distinguen a Jerez: los concursos ecuestres, la presencia del Pura Raza Española y Cartujana, y un paseo de caballos y enganches que es seña de identidad.
La memoria de la Feria también vive en sus relatos populares, en los carteles históricos que pueden contemplarse en el Alcázar y en la manera en que el propio Real rinde tributo a sus raíces. La impronta del flamenco en Jerez, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial en su ámbito, quedó reflejada incluso en el nomenclátor de las calles del Real, que recuerdan a artistas jerezanos.

¿Cómo es la Feria del caballo actual?
La Feria del Caballo actual ya no es lo que era antaño. Sin embargo, sigue siendo uno de los eventos del año que todo admirador de caballos debe de ir, al menos una vez en su vida y pasear por el Parque González Hontoria, que es donde se celebra actualmente. Este es un parque que combina grandes zonas de albero con partes ajardinadas, por lo que es un lugar realmente muy bonito. La puerta principal del parque se usa como portada de la Feria.
En él, desfilan caballos con sus jinetes que, como antaño, se siguen vendiendo, y durante toda la semana, sólo por el día, hay un gran desfile de coches de caballos que circulan por las calles centrales. Además, se practican diversas actividades relativas al mundo del caballo, como los concursos de enganches, morfológicos y de cocheros cuyo premio para el ganador es el Caballo de Oro.
El carácter de Jerez late en cada detalle: a escasos pasos del centro histórico, la feria exhibe lo mejor de su cultura, con casetas abiertas al público, músicas que van del flamenco a sevillanas, y una oferta gastronómica que invita a detenerse. El calendario se concentra en mayo, tradicionalmente antes de la Romería del Rocío, y, según la edición, su duración es de siete a nueve días si incorpora el fin de semana previo. El ambiente diurno destaca por la elegancia del paseo de caballos, mientras que las noches intensifican el carácter festivo.
Más allá del paseo, la agenda ecuestre es amplia: doma clásica y doma vaquera, acoso y derribo, exhibiciones y pruebas en distintos espacios, así como exposiciones de ganado selecto y subastas. En paralelo, suelen celebrarse actividades taurinas y un programa de actuaciones en directo en casetas y escenarios del recinto.

Cosas que tienes que saber de la Feria del Caballo

Se trata de uno de los eventos relativos al mundo ecuestre más importantes de todo el país. Para poder disfrutarlo al máximo hay que estar allí una semana después de la Feria de Abril de Sevilla y antes de la Romería del Rocío. Durante esos días, Jerez de la Frontera abre la puerta del Parque González Hontoria para darle la bienvenida a siete o nueve días (dependiendo de si se incorpora el fin de semana previo) a la alegría, al entretenimiento, y sobre todo a la belleza del caballo.
Pero, ¿cómo podemos tener un recuerdo increíble de esta Feria? Muy sencillo: conociendo unos datos sobre ella antes de partir. Lo primero que hay que saber es que nos encontraremos con más de 250 casetas, cada una con su propio ambiente y especialidades gastronómicas, donde con toda probabilidad nos servirán un oloroso o vino fino. El primero, propio del Marco de Jerez y de Montilla-Moriles, es de color oro oscuro y aromático; el segundo en cambio es un vino blanco y seco elaborado a partir de uva palomino que se puede combinar con sodas de lima.
Si nos entra hambre lo mejor y más recomendable será probar algunos de los platos típicos, tanto de Jerez como de Andalucía, como el pescaíto frito, los guisos de garbanzos o de arroz, el menudo, la berza jerezana, sin olvidarnos de los mariscos. Aún así, todo esto no terminaría de estar perfecto si no fuéramos con la vestimenta adecuada.
Desde luego, cada uno puede llevar el traje con el que se sienta más cómodo, pero en una Feria tradicional como esta, está muy bien visto que las mujeres lleven el traje de flamenca y los hombres un traje de corto, que consiste en sombrero de «ala ancha» o gorra campera, camisa blanca, pantalón de vueltas blancas, chaquetilla corta de tonalidades grises o azul marino, y botos altos vaqueros, o un traje de media costura. Durante la noche, muchos visitantes optan por una media etiqueta más formal en casetas y eventos.
Además, conviene tener presentes una serie de aspectos prácticos que ayudan a planificar la visita:
- Inauguración de la Feria: el primer día, con encendido de luces a las 22:00.
- Horario general: desde las 13:00 hasta la madrugada, con ambiente familiar por el día y más festivo por la noche.
- Paseo de jinetes y coches: del segundo al último día, habitualmente de 13:00 a 19:30.
- Casetas públicas: la entrada es gratuita y sujeta a aforo; cuentan con aseos, servicio de bar y actuaciones musicales.
- Atracciones mecánicas: los “cacharritos” funcionan desde las 13:00 hasta la madrugada; se anuncia un Día de los Niños con precios reducidos y un Día sin Ruido para favorecer la inclusión.
En la mesa, además de lo ya citado, triunfan especialidades como las tortillitas de camarones, la cola de toro, las tagarninas esparragás, chacinas y el jamón ibérico recién cortado. En lo líquido, al fino y el oloroso se suma el rebujito (fino con refresco de lima), muy apreciado por su frescor.

Curiosidades de la feria del caballo

A parte de todo lo que ya hemos comentado, aún hay más. Es una Feria que, si bien está hecha para los caballos, la realidad es que también hay cabida para los jubilados. En las últimas ediciones el lunes se ha reservado como Día del Jubilado, durante el cual se hacen descuentos a las personas mayores para que puedan ir acompañados de sus nietos. El miércoles, sin embargo, se ha reservado como día para las mujeres.
Además, ¿sabes que se hacen concursos de diseño? Cada caseta puede tener el suyo propio, de modo que el ayuntamiento hace varios concursos de casetas en cada edición: mejor caseta de empresa, mejor caseta de asociación, etc.
La Feria del Caballo es, pues, una oportunidad para demostrar la creatividad de los participantes, pero también para demostrarle al mundo que es una excelente candidata para ser declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de España, algo que por cierto, ya se ha propuesto.
Una singularidad jerezana es que las casetas son públicas, eliminándose las privadas para facilitar el acceso a todo el que acude al Real. Este modelo propicia un ambiente diverso y acogedor. Además, cada año se convoca el popular concurso de tapas y de decoración de casetas, reforzando la calidad gastronómica y la estética del recinto.
En paralelo a los concursos de enganches, cocheros y morfológicos, los aficionados disfrutan de un programa hípico que incluye pruebas de doma, acoso y derribo y exhibiciones de funcionalidad. El Premio Caballo de Oro reconoce trayectorias y aportaciones destacadas al mundo del caballo, consolidándose como uno de los galardones más prestigiosos del sector.
El Real, a su vez, exhibe su relación con el flamenco: actuaciones en directo de artistas y grupos locales impregnan las noches, y en el trazado de sus calles resuenan nombres de figuras jerezanas. Para los amantes de la historia, la ciudad custodia una exposición permanente de carteles de feria, que permite recorrer visualmente su evolución.

Cómo llegar, moverse y disfrutar del Real con cabeza
La ubicación de la Feria, en el Parque González Hontoria, facilita que puedas ir a pie desde gran parte del centro de Jerez. Si llegas en tren, la estación se encuentra relativamente cerca y hay conexiones de autobuses urbanos que te dejan a pocos minutos del recinto. En autobús interurbano o coche, infórmate de los accesos habilitados y de los aparcamientos disuasorios, que suelen señalizarse específicamente para estos días. El taxi y los VTC disponen de puntos designados para recogida y bajada de viajeros.
Dentro del Real, respeta la señalización y los itinerarios de los enganches y caballos. Evita cruzarte bruscamente por su trayectoria y recuerda que, aunque puedas acercarte, hay que mantener una distancia prudente para no asustarlos. Si llevas niños, explícales estas normas y busca el Día sin Ruido para una experiencia más amable sensorialmente.
Consejos útiles para optimizar tu visita:
- Planifica la hora de llegada. El paseo de caballos es más pleno en el tramo central del día.
- Hidrátate y alterna rebujito o vinos con agua. El albero y el calor pueden pasar factura.
- Calzado cómodo y adecuado al albero. Evitarás resbalones y terminarás más descansado.
- Reserva con antelación si viajas desde fuera. Los alojamientos y restaurantes se llenan con rapidez.
- Accesibilidad: hay casetas preparadas y servicios adaptados; infórmate en los puntos de atención municipal.
Si te interesan los contenidos hípicos, consulta los horarios de concursos y exhibiciones de doma, enganches o acoso y derribo. Muchos se celebran en espacios como IFECA o el Depósito de Sementales, y merece la pena cuadrar la agenda para no perderte los momentos clave.
La Feria también reserva un espacio para los más pequeños, con atracciones mecánicas en el área de “cacharritos”, actividades con precios reducidos en el Día de los Niños y propuestas lúdicas en algunas casetas. Además, el Día del Jubilado fomenta que abuelos y nietos compartan la experiencia en un entorno amable y accesible.
Jerez luce sus mejores galas con esta celebración y, al mismo tiempo, refuerza la conciencia de sostenibilidad y convivencia: por ello, cada vez más casetas promueven buenas prácticas de gestión de residuos, ahorro de agua y respeto sonoro, medidas que se suman al Día sin Ruido para que todos puedan disfrutar.
La Feria del Caballo, con su mezcla de tradición y modernidad, demuestra año tras año por qué se sitúa entre las grandes fiestas de Andalucía. El caballo de Pura Raza Española, el paseo de enganches, la gastronomía y el flamenco componen un mosaico que impacta a quien la conoce por primera vez y que enamora a quien regresa. Así que, si quieres pasar unos días muy agradables, no dudes en ir a este increíble evento. Seguro que no lo olvidarás
