Una de las partes mÔs importantes del caballo son los cascos cuidado de las patas del caballo. Es una estructura importante ya que proporciona apoyo. AdemÔs de encargarse de la tracción y absorción de impactos. Contiene estructuras que proporcionan el flujo de sangre a través de la extremidad de nuestro caballo.
De ahĆ la importancia de mantener los cascos en buenas condiciones para evitar lesiones en el caballo. Para un buen cuidado de los cascos es conveniente limpiarlos a diario como mĆnimo una vez al dĆa y siempre antes del trabajo y despuĆ©s. AsĆ estarĆ” limpio y seco.
La córnea del casco no deja de crecer durante toda la vida del caballo. Pero a la vez que crece se desgasta. Sobre todo si trabaja sobre una superficie dura. Por esta razón, es aconsejable para los caballos que trabajan en superficies duras utilizar herrajes y prevenir un excesivo desgaste del casco.
Mantenimiento de cascos

Un buen mantenimiento de los cascos parte por la observación de los mismos. La creencia de pensar que si los cascos son duros y tienen buena forma con paredes fuertes y buenas ranillas el herraje no es necesario, no es cierto. Ya que depende de muchos factores.
Por ejemplo, la acumulación de estiércol en el interior del casco puede causar enfermedades, como la podredumbre de la ranilla. Surgen porque se reblandece el casco, se descompone creando un entorno ideal para los gérmenes y enfermedades.
En cuanto a las herraduras hay que examinarlas. Si estĆ”n correctas si hay clavos levantados o si estĆ”n muy deterioradas. Una herradura suelta o mal puesta puede lesionar al caballo o provocarle una caĆda.
AdemĆ”s, conviene programar el herraje o recorte regular: en caballos herrados suele hacerse cada 4ā6 semanas; en descalzos, el intervalo depende del desgaste y puede ir de 6ā10 semanas, llegando en algunos casos a 3ā4 meses cuando el desgaste es muy uniforme.
Limpieza

Es importante que la limpieza se realice todos los dĆas. La herramienta principal es la de los limpia cascos. Poniendo atención en la limpieza en las zonas blandas de la ranilla. Se limpiarĆ” los surcos colaterales de la ranilla, ya que es el lugar preferido para las bacterias, piedras y cualquier elemento punzante.
- Levanta cada mano y pie y extrae la suciedad de palma, ranilla y surcos laterales, trabajando desde el talón hacia la lumbre para no dañar zonas sensibles.
- Usa un limpiacascos de punta roma y, despuƩs, un cepillo para retirar arena y estiƩrcol adheridos a la pared.
- Comprueba grietas, cortes, exceso de sequedad o reblandecimiento y revisa que los remaches y clavos estƩn bien asentados.
- Si el casco tiende a deshidratarse, aplica grasas hidratantes tras la ducha con el casco húmedo; si el ambiente es muy húmedo, utiliza productos impermeabilizantes cuando el pie esté seco.
Partes del casco del caballo

El casco es la capa córnea externa que protege las estructuras internas del pie y ayuda a disipar fuerzas del impacto. En la superficie de apoyo distinguimos: palma, ranilla, talones, barras y la superficie de apoyo de la pared. En la pared se describen lumbres o pinzas, cuartas partes y talones. Conocer esta anatomĆa facilita detectar alteraciones y orientar el recorte.
Factores que intervienen en la salud del casco

- GenĆ©tica: existen lĆneas con mayor predisposición a cascos dĆ©biles o aplomos comprometidos. La selección en crĆa debe considerar el pie.
- Movimiento: el ejercicio mejora la circulación en el pie y el aporte de nutrientes. El estabulamiento continuo reduce este estĆmulo.
- ClimatologĆa: la sequedad extrema endurece y puede resquebrajar; la humedad reblandece y favorece infecciones. Hidrata o impermeabiliza sobre todo la palma, donde mĆ”s efecto se logra.
- Higiene: la cama debe estar seca y limpia; el amonĆaco de orina y cama en descomposición es muy destructivo para el cuerno.
Un herraje precoz en caballos muy jóvenes puede restringir la expansión del casco, comprometiendo la formación de estructuras amortiguadoras. Planifica el trabajo y el herraje con tu herrador.
Higiene y control del entorno
La higiene de la cuadra es determinante. Mantener el lecho seco limita la proliferación bacteriana y evita el reblandecimiento crónico. Un herrador de confianza puede ayudar con el cuidado y la detección temprana de problemas.
Las infecciones del pie, como podredumbre de la ranilla o abscesos, pueden causar cojeras severas y extenderse a tejidos adyacentes si no se tratan. Ante mal olor, dolor a la pinza o secreciones, consulta a veterinario y herrador.
Factores nutricionales

Una dieta equilibrada favorece un cuerno mĆ”s fuerte y elĆ”stico. Las proteĆnas de alta calidad, ricas en aminoĆ”cidos azufrados (cisteĆna y metionina), apoyan la sĆntesis de queratina.
- Biotina (B7): contribuye a la integridad y elasticidad de la pared, disminuyendo grietas.
- Vitamina A: su dƩficit puede inflamar el borde coronario.
- Minerales: cobre, zinc, manganeso y selenio, junto con un buen equilibrio Ca:P, son clave.
- Ćcidos grasos esenciales: mejoran la unión intercelular e integridad de la pared.
Los cambios nutricionales requieren constancia: suelen verse mejoras a partir de 4ā6 meses y la renovación completa del casco necesita alrededor de 10ā12 meses.
SeƱales de alarma y cuidados especĆficos
Ante cascos quebradizos, prioriza hidratación controlada (agua y productos nutritivos). En ranillas con mal olor por humedad, pueden emplearse antisĆ©pticos especĆficos recomendados por el profesional. En casos de bleimes (hematomas), hormiguillo o afecciones de la lĆnea blanca, busca diagnóstico y protocolo de tratamiento.
Desde siempre se dice: āsin pie no hay caballoā. Con limpieza diaria, herraje/recorte regular, buena nutrición y un entorno higiĆ©nico, el casco cumple su función de soporte y amortiguación, permitiendo un movimiento Ć”gil y libre de dolor.