El calentamiento del caballo antes de la sesión de entrenamiento (I)

Yegua calentando con una barra de salto

El uso de cavaletti o barras a baja altura es una buena forma de «engrasar los engranajes» del caballo

Igual que nosotros antes de practicar un deporte debemos estirar y movernos un poco, el caballo debe hacer lo mismo. Por eso, antes de comenzar nuestra sesión de entrenamiento, debemos preparar los músculos del caballo para realizar ese esfuerzo. Es muy importante calentar al principio, y enfriar al final; aunque, si bien hay una serie de ejercicios pensados para realizar al calentar, al enfriar podemos simplemente ir a un ritmo más pausado, bajando pulsaciones. Aún así, es recomendable realizar ejercicios que estiren sus músculos otra vez, como el trabajo a riendas largas.

Tras el calentamiento, tendremos un caballo más receptivo a nuestras ayudas, más fácil de manejar, más atento y más dispuesto. Esto ayudará a finalizar el entrenamiento de forma satisfactoria y provechosa, además de favorecer la salud mental del caballo y hacer que viva mejores experiencias contigo.

Ejercicios de calentamiento:

El calentamiento debe constituir, como ya hemos adelantado, una parte fundamental del día a día del caballo, antes de empezar con el entrenamiento y los ejercicios más sacrificados. Para lograr este fin, existen numerosos ejercicios que, practicados durante esa sesión de entrenamiento, nos ayudarán a evitar posible lesiones.

  • Riendas largas: dentro de los ejercicios a riendas largas englobamos técnicas como «long and low», «low, deep and round» o «long, deep and round», así como las riendas libres. Como ya sabemos, nos ayudan a estirar el cuello del caballo, así como su línea superior, ayudando luego a su incurvación y colocación, y evitando la rigidez.
  • Cambios dentro de los aires: en esta categoría entran los alargamientos y los acortamientos, ya sean a paso, trote o galope. Te permite ir introduciendo al caballo en el trabajo, mirar cómo está ese día y calentar los músculos de los posteriores y la grupa.
  • Transiciones: debemos hacer muchas transiciones entre aires, permitiendo al caballo encontrar su equilibrio y permeabilidad, además de mantenerlo atento y activo.
  • Trabajo lateral: las cesiones, un poco de espalda adentro, o grupa adentro, son un buen modo de estirar los músculos del caballo para que incurve con mayor flexibilidad. Debe realizarse siempre la misma cantidad a ambas manos, para que la musculación entre ellas no se vea descompensada.
  • Círculos: son fundamentales en el calentamiento, ya que nos ayudan a todo lo anterior ya mencionado; tanto estirar el cuello, como todo los músculos de ambos lados del caballo. También ponen al caballo en la mano y te ayudan a ganar contacto con la embocadura. El caballo se centra en el trabajo, y te permite «chequear» su respuesta ante tus ayudas de pierna, manos y tronco.

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