El caballo con problemas dentales pueden mostrar signos evidentes, tales como dolor o irritación, o tal vez no mostrar ningún signo. Porque algunos caballos simplemente se acostumbren o adaptan a su malestar. Por esta razón, los exámenes dentales periódicos son esenciales para detectar cualquier enfermedad dental.
Un examen oral debe ser una parte esencial del examen físico hecho anualmente por un veterinario. Cada examen dental provee la oportunidad para efectuar mantenimiento preventivo dental. Como resultado se tendrá un caballo más saludable y más confortable.
Signos de que tiene problemas bucales
Los signos más evidentes de que el caballo padece una enfermedad bucal son varios. Pérdida de comida de la boca cuando comen, dificultad al masticar, salivación excesiva. Pérdida de las condiciones físicas del cuerpo. Sobre todo es muy llamativo que tiene problemas bucales porque tira la comida durante la masticación por el dolor que produce. Puede detenerse por unos momentos y luego volver a comenzar. Otras veces pueden dejar caer el bolo alimenticio parcialmente masticado. Esto le puede llevar a provocarle heridas. Principalmente en la mejilla.
Dificultad para digerir tallos largos o granos enteros. Inclinando o lanzando la cabeza, muerde el freno, la lengua flácida y colgante, luchando contra el freno o resiste la puesta de la brida. Son síntomas de que le molesta.
Su actividad física es mermada o casi nula. Incluso tiene pérdidas de reflejos al recibir órdenes. Incluso puede presentarse una manifiesta resistencia para recibir el freno. Esto le deriva a una alteración en la conducta. Sobre todo en la forma de mover la cabeza al realizar un determinado ejercicio.
Mal olor de la boca o la nariz o vestigios de sangre en la boca. Así como descarga nasal o hinchazón de la cara, mandíbula o del tejido de la cavidad oral. A veces no quieren beber agua fría por el intenso dolor que le ocasiona.