Causas de la pérdida de pelaje en caballos: muda, piel y soluciones efectivas

  • La muda es natural y regulada por la luz; pĂ©rdidas irregulares, con picor o calvas indican problema.
  • Principales causas: fricciĂłn del equipo, alergias, deficiencias, parásitos, infecciones y PPID.
  • Claves de prevenciĂłn: dieta completa (omega-3, biotina, zinc/cobre), cepillado frecuente y pocos baños.
  • Revisa ajuste del equipo y consulta al veterinario para pruebas y tratamiento especĂ­fico.

pelaje de caballos

Es habitual que a los caballos se les caiga el pelaje durante el invierno y, sobre todo, en los cambios de estación. Aunque si la pérdida es muy pronunciada puede producir una caída desproporcionada e irregular. Si la caída es fuera de la temporada habitual estamos hablando de un problema en la piel o enfermedad que debe valorarse.

Un caballo que está sano y bien cuidado tendrá el pelaje brillante. Cualquier problema se puede comenzar a identificar precisamente viendo cómo tiene el pelaje. Un buen cepillado evitará ciertos problemas y enfermedades y ayuda a distribuir los aceites naturales de la piel.

Posibles causas

causas de la pérdida de pelaje en caballos

Por ejemplo, una silla de montar mal ajustada o que no sea de la medida del caballo puede producir la pérdida del pelaje en la zona por fricción y presión. Además, puede resultar doloroso para el caballo porque le producirá irritación. Revisa mantillas, cinchas y cabezadas siguiendo las buenas prácticas para evitar puntos de roce.

Una mala alimentación o dieta inadecuada puede dar lugar a que el caballo se coma el pelaje. Un caballo desnutrido optará por comerse su propio pelaje o el de todos aquellos que estén a su alcance. Es un síntoma de nerviosismo por falta de nutrientes e irá a comer todo lo que tenga a su mano. Asegura proteína de calidad, ácidos grasos omega-3 (por ejemplo, aceite de linaza), vitaminas A, E y grupo B, y minerales como zinc y cobre (mejor en formas orgánicas o queladas). Consulta consejos para mejorar el pelaje.

Es habitual que tengan alergias a sustancias químicas utilizadas en ellos, incluyendo spray para moscas y medicamentos. El lavado de la manta o la mantilla con un nuevo detergente es otra posible causa. Un cambio de champú u otro producto de limpieza puede desencadenar pérdida de pelaje y picor; prueba primero en un área pequeña.

Hablamos de una enfermedad de la piel cuando el caballo tiene la pérdida por zonas y calvas sin pelo en absoluto. También la llamada putrefacción por lluvia (dermatophilosis), una infección bacteriana asociada a humedad prolongada; o tiña (dermatofitosis), infección por hongos con manchas, costras y a veces anillos enrojecidos. Las infestaciones por parásitos (ácaros, piojos) provocan prurito intenso y automutilación.

Ante cualquier alteración de la piel del caballo se le pueden aplicar productos dermatológicos indicados para ello. Si la pérdida de pelo continúa o si la irritación empeora, hay que consultarlo con el veterinario.

Muda, fotoperiodo y ciclo del pelo

muda del pelo en caballos

La muda del caballo es un fenómeno natural: el pelo viejo se elimina y es sustituido por otro nuevo para adaptar la capa a la temperatura. El número de horas de luz es clave: la glándula pineal, vía melatonina, regula el crecimiento del pelo de invierno (más largo y espeso) y el recambio en primavera. Forzar la luz artificial de forma continuada puede alterar el ritmo y no siempre evita el crecimiento del pelo.

  • Fase anágena: crecimiento activo del pelo.
  • Fase catágena: involuciĂłn y separaciĂłn de la papila.
  • Fase telĂłgena: el pelo deja de nutrirse y se cae.

En condiciones de salud óptimas, cuando un pelo está por caer ya hay otro formándose, por lo que no deberían aparecer calvas. Si el nuevo crecimiento se ralentiza (enfermedad, déficit nutricional, estrés), el aspecto general empeora y pueden verse zonas despobladas.

Factores que alteran la muda y señales de alarma

Entre las causas frecuentes: PPID o Cushing (pelaje largo que no cae o cae a parches), alteraciones hormonales, deficiencias nutricionales, parásitos y enfermedades prolongadas. Señales de alerta: calvas definidas, picor intenso, costras, exudados, dolor al tacto, caída fuera de temporada o pérdida marcada en crin y cola sin rascado (valorar fricción con objetos, carencias de zinc/biotina y estrés sistémico).

Cuidados, prevenciĂłn y soluciones

Trata la causa desencadenante con ayuda veterinaria (cultivos para hongos y bacterias, raspados de piel para ácaros, analíticas si se sospechan problemas endocrinos). Implementa una dieta equilibrada todo el año y, en época de muda, apoya con omega-3, biotina y minerales quelados (zinc/cobre) para mejorar elasticidad y resistencia del pelo.

Durante la muda aumenta la frecuencia de cepillado para retirar pelo muerto y estimular la circulación. Los baños con jabón, dentro y fuera de la muda, deben ser lo menos frecuentes posible para no arrastrar los aceites protectores; si bañas, aclara a fondo y prioriza agua sin detergentes.

Controla parásitos externos con un plan veterinario, mantén el entorno limpio y seco y evita la humedad sostenida que favorece hongos y bacterias. Revisa a menudo el ajuste del equipo (silla, mantillas, cinchas, cabezadas, mantas) para prevenir rozaduras y puntos de presión.

Para caballos con piel sensible o antecedentes de alergias, introduce productos nuevos de manera gradual y observa reacciones. Ante pérdida de cola sin prurito, descarta fricción habitual, evalúa nutrición y solicita revisión dermatológica si persiste.

Un plan que combine diagnóstico correcto, nutrición ajustada, higiene sensata y buen manejo del equipo mantendrá el manto brillante y homogéneo, reducirá los periodos de muda y minimizará las calvas por fricción o enfermedad.

problemas de piel en caballos
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