Esta semana vamos a conocer a una de las razas de caballos de tiro más antiguas que existe: los caballos ardenes. Son criados en las Ardenas, Bélgica, Luxemburgo y Francia. Pero su historia se remonta mucho tiempo atrás, a la Antigua Roma.
Son unos equinos utilizados principalmente para tareas agrícolas o aquellas donde sea necesario mover o transportar cosas pesadas, también para la producción de carne, para eventos competitivos y para ser cruzados con otras razas.
Hablemos un poquito más de ellos.
También conocidos como caballo de Tiro de las Ardenas, tienen sus orígenes hace 50.000 años, siendo descendientes directos de los equinos representados en las pinturas rupestres. Son además, los ascendientes de la gran mayoría de razas de caballos de tiro.
Las razas de caballos de tiro fueron muy usadas en la antigüedad como fuerza motriz. Las razas actuales, tal y como las conocemos, datan aproximadamente del siglo XVIII. Fueron seleccionadas y cruzadas bajo necesidades militares, agrícolas e industriales, para desempeñar ciertas labores relacionadas con cargas ya fuera mover maquinaria o transportar mercancías pesadas.
En concreto la raza que nos ocupa, ha ido evolucionando a lo largo de todos sus años de historia convirtiéndose en equinos de gran fortaleza, muy dispuestos y llenos de vida.
Actualmente se sitúan entre los primeros puestos en la lista de caballos de tiro franceses, después de los Percherones, de los Bretones y los Comtois.
¿Cómo son?
La tipología dentro de los caballos de tiro se divide entre caballos de tiro pesado y caballos de tipo ligero. Los primeros, con una altura entre 170 cm y 180cm y un peso desde 600 hasta algo más de 1000 kg, eran utilizados para mover maquinarias y elementos más pesados. Los segundos, más ligeros de peso, estaban destinados para desplazamientos a más velocidad (superior a la marcha al paso) y están asociados a carruajes ligeros. Estos últimos son utilizados también en competiciones de enganche.
Los Ardenes se encuentran intermedio entre los ligeros y los pesados. Con un peso entre 700 y 1000 kg y una altura entre 152 cm y 163 cm, no son los más grandes dentro de los caballos de tiro ni tampoco los más pequeños, y son al encontrarse entre las tipologías de pesados y ligeros, una raza de tiro versátil.
Se trata de equinos sumamente resistentes que pueden sobrevivir bajo adversidades climáticas con poco sustento. Son anchos, musculosos y compactos, con piernas cortas y gruesas. Todo ello les convierte en un equinos de gran fuerza. A pesar de tener toda esta fuerza física y energía, son de carácter manso y de fácil manejo, además poseen un trote animado.
Tienen una cabeza ancha con ojos expresivos y orejas puntiagudas, que descansa sobre un cuello también ancho. Sus crines son abundantes y pelos largos en las extremidades.
En cuanto a su pelaje, pueden presentar capas con distintos colores: ruano, tordo, alazán o castaño, a veces con algunos pelos blancos en ciertas zonas, como la cabeza o las patas. Un color no admitido en esta raza es el negro.
Como ocurre con todos los caballos de tiro, dependiendo del trabajo que estén realizando, requieren una cierta alimentación y cuidados para el mantenimiento de su salud y buena condición.
Un poco de su historia
Como adelantábamos ya al inicio del artículo, estamos frente a una raza de caballos realmente antigua. Existen algunos datos que lo reflejan, como por ejemplo que ya fueran mencionados por el emperador romano Julio César en su relato de la conquista a los Galos, donde hablaba de la gran resistencia de estos equinos.
Habita en la región francesa y belga de las Ardenas, de donde procede su nombre, desde hace unos 2000 años. También encontramos ardenes en Suecia, fruto del cruce con los caballos del norte del país.
La variante belga de el caballo ardenas, se originó en las propias montañas.
A lo largo de la historia de esta raza ha sido mezclado con otras sangres Ardennes. Y, como ocurre con muchos equinos de la región, es probable que tenga algo de sangre árabe como resultado de la invasión islámica de Europa. Posteriormente, en el siglo XVIII, con el fin de aligerar la raza y mejorar su resistencia sí se sabe que fue mezclado con caballos árabes.
Se cree que la raza actual, descendiente de los caballos de batallas utilizados en la Edad Media.
Lo que sí está claro es que han sido muy solicitados para desempeñar labores en la guerra, tanto para la caballería montada y como a modo caballos de tiro para los remolcar los elementos de artillería. Por poner un par de ejemplos en los que fueron utilizados tenemos la invasión de Rusia por el ejército napoleónico o en la primera guerra mundial.
A finales del siglo XIX, los cruces con le Brabant dieron como resultado un equino aún más fuerte y grande, muy apropiado para las labores agrícolas y forestales.
El le Brabant es el caballo de tiro belga, caracterizado por su inteligencia y gran tamaño y musculatura. Rondan lo 170 cm de altura los machos y 166 cm las hembras. Tienen la apariencia poderosa propia de los caballos de tiro junto a su carácter muy dócil y manso. Todas estas características fueron transmitidas al caballo de tiro de las Ardenes sin embargo, como consecuencia, la actual raza de caballos ardenes, es bastante similar al Brabant.
Estos equinos fueron llevados a los Estados Unidos en el siglo XX, el primero en ser registrados fue en la década de 1920.
Actualmente es criado en las montañas francesas y belgas, aunque puede encontrarse en distintas regiones suecas. Han sido mezclados con razas Europeas y Asiáticas de sangre fría, para mejorar las características de estas razas, aumentando su tamaño y fuerza.
Hoy día, sigue empleándose ocasionalmente, para el trabajo en granjas pequeñas, viñedos y bosques. También se cría sobre todo para el mercado de la carne.
El número de ejemplares de esta raza no es tan numeroso como antaño, pero sigue siendo una raza popular por los concursos y exhibiciones que se celebran en el norte de Europa.
Espero que hayas disfrutado leyendo este artículo tanto como yo escribiéndolo.