Caballo frisón

Caballo frisón durante una exhibición

El caballo es uno de los animales más fascinantes que existen en nuestro planeta. Su elegancia, carácter y fuerza le han llevado a convertirse en una de las criaturas que ha jugado un papel fundamental en la historia de la humanidad. Y es que el hombre y el caballo parecen caminar de la mano desde siempre, evolucionando juntos. Precisamente, a raíz de esa evolución surgieron las distintas razas de caballo que conocemos hoy en día. Un de ellas es la conocida como caballo frisón.

Sin duda, esta clase de equinos, también conocido popularmente como caballo frisian, es de los más espectaculares y que más impone a simple vista. Tales circunstancias le han conducido a crecer en popularidad entre los criadores y amantes de los caballos.

Para todos aquellos que no tenéis muchas referencias o que no conocéis en demasía al caballo frisón, os aconsejo a leer el siguiente post en el que detallaremos, entre muchas otras cosas, el origen y las características de este bello animal.

Origen y evolución del caballo frisón

Caballo frisón macho

El nombre de este caballo hace referencia a la zona en la que surgió. La región de Frisia, o más bien “Friesland”, fue la cuna que vio nacer al caballo frisón. Este lugar está situado al norte de los Países Bajos, aunque también ocupa ciertas zonas del  norte de Alemania.

Sus tierras frías, rodeadas de numerosos lagos hacían que las condiciones de vida allí no fuesen lo más idóneas posibles, por lo que sus habitantes tenían que ser fuertes y resistentes. Quizás, esta circunstancia fue la clave del carácter del caballo frisón, puesto que cumple a la perfección las cualidades anteriormente citadas, y que marcó su devenir futuro.

Alrededor del año 150 después de Cristo, los caballos frisones comenzaron a irrumpir con fuerza, y su cría iba destinada, sobre todo, para aportar ejemplares a las distintas misiones de guerra.

Poco a poco, los avances en tecnología fueron los detonantes que propiciaron que los caballos, en este caso los frisones, abandonaran progresivamente su labor en los conflictos bélicos. De hecho, a medida que transcurrieron los años, el caballo frisón abandonó el campo de batalla y se involucró en el estilo de vida aristócrata del momento. De hecho, una de las primeras piezas gráficas en las que aparece el caballo frisón no es otra que el famoso retrato de Don Juan de Austria a lomos de su caballo frisón en Nápoles, que data del año 1568.

Ya a partir del SVII, los caballos frisones comenzaron a ganar presencia en las distintas escuelas de equitación junto a los caballos de Pura Raza españoles. Puede que en este tiempo hubiera algún cruce entre ambas razas, ya que el caballo frisón actual muestra ciertas similitudes con el español.

No obstante, la vida del caballo frisón volvió a dar un giro repentino y se tornó en un animal que principalmente tenía presencia en las labores del campo y, por desgracia, también se volvieron a cruzar con otras razas con el fin de moderar en cierta medida su potente carácter. Incluso, empezó a tener una fuerte presencia en los circos. Esto puso en peligro, y de qué forma, la raza pura del caballo frisón, lo que derivó en que en el año 1879 un grupo de personas fundara una asociación para mantener a esta clase de caballos llamada el Libro-Matrícula.

Desde aquel momento, la vida del caballo frisón no ha sido un camino de rosas, sino que ha pasado por momentos muy complicados. Por fortuna, el buen hacer de todos aquellos apasionados de este majestuoso animal ha permitido que se conservaran sus características y su nombre con el paso de años hasta llegar a nuestros días salvaguardando la importancia que se merece.

Características del caballo frisón

Caballo frisón al galope

Como se ha venido comentando a lo largo de todo el artículo, el caballo frisón puede que sea una de las razas más bellas, bonitas y espectaculares que existen. Un animal que impone a simple vista, a la vez que cautiva.

Su cuerpo es más bien robusto, ofreciendo el aspecto de una criatura fuerte y poderosa. La altura desde la base del casco hasta la cruz puede variar entre el  1,60 y el 1,70 metros. En cuanto al peso se refiere, este caballo puede alcanzar la tonelada, aunque lo normal son los ejemplares comprendidos entre los 600 y los 900 kilogramos.

La mayor seña de identidad del caballón frisón es su pelaje oscuro. El negro es, sin duda, su color y no se permite otra tonalidad, aunque bien es cierto que existen caballos frisones que presentan alguna mancha blanca en la zona de la frente, o que poseen un color castaño y azabache. También destacan en enorme medida su prominente cola y crin, ambas pobladas de abundante pelo que, en ocasiones, genera trenzas imperfectas. Las patas en su parte baja cuentan también con un mechón de pelo.

Es un caballo musculoso con un gran pecho, una cabeza alargada, un fuerte cuello y una espalda ancha, alargada y ligeramente inclinada.

Otra singularidad del caballo frisón es su carácter. Animal noble, con temple, aguerrido y tranquilo. Todas estas dotes hicieron de él un caballo muy apto para las labores agrícolas y de tiro.

El caballo frisón en la actualidad

Caballo frisón doma de circo

En la actualidad, el papel del caballo frisón  es bien distinto al que mantuvieron sus antepasados siglos atrás. Toda esa majestuosidad, elegancia y belleza a la que hacíamos referencias anteriormente, le han conducido a abandonar la vida y labores campestres, para formar parte de las exhibiciones ecuestres pertenecientes en su mayoría al ámbito de la doma clásica.

Y es que esa estética tan llamativa sumada a su forma de andar con paso firme y armonioso, ha logrado que su cría se destine, principalmente, para la participación en este tipo de eventos.

Precio del caballo frisón

Adquirir un caballo en los tiempos que corren no es una labor que se antoje precisamente barata. Estos animales poseen precios elevados, variando, eso sí, de diversos factores como pueden ser la raza, edad, sexo, etc.

En el caso del caballo frisón se ha de destacar que para ser una de las razas más populares, no tiene un precio excesivo. Podemos comprar un ejemplar de estos caballos por un valor que oscila entre los 5000 y 10000 euros, siendo más común los 7000 euros.

Después de haber leído este artículo esperamos que hayáis conocido más cosas sobre el caballo frisón, y que os intereséis más por conocer a este hermoso animal.


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