El caballo árabe

Caballo árabe con mancha blanca en la cabeza

En el mundo existe una enorme y amplia variedad de animales. Muchos de ellos han fascinado al hombre desde prácticamente el inicio de su aparición. Tal ha sido así, que ha conseguido domesticar a varias de esas criaturas hasta el punto de jugar un papel fundamental en la evolución propia del ser humano. Sin duda, de todos esos animales, el caballo cobra especial relevancia. Y dentro de los caballos, podríamos decir que el caballo árabe es uno de los más destacados.

Esta raza equina ha perdurado y resistido estoicamente al paso del tiempo, gracias en parte a sus cualidades y características. No es de extrañar que hoy en día se le otorgue un importante valor, pues así lo merece.

Seguro que los grandes aficionados al mundo del caballo conocen a la perfección el significado del caballo árabe y todo lo que le rodea. Sin embargo, habrá muchas personas que no estén tan familiarizadas con él. Este será precisamente el motivo de este artículo, cuyo objetivo no es otro que familiarizaros y hacer que conozcáis mucho más de este maravilloso y bonito animal.

Historia del caballo árabe

Caballo árabe color alazán

                                                                             

Son muchas las historias, creencias y mitos que han surgido y crecido alrededor de la figura del caballo árabe. De entre todas ellas, quizás sobresalga por encima del resto aquella que narra cómo Alá creo este caballo con tan solo un pequeño puñado de arena y viento.

Lo cierto y fijo, es que el caballo árabe es una de las razas más longevas y antiguas que existen dentro de la familia de los equinos. Fue descendiente inmediato de los caballos primitivos o prehistóricos que habitaban en las largas y anchas estepas del continente africano y europeo mucho antes de la aparición del hombre.

Los primeros vestigios del caballo árabe apuntan a que este raza se encuentra entre nosotros hace más de 4500 años, puesto que se han encontrado restos de caballos de por aquel entonces que guardan una gran similitud con el caballo árabe actual.

Su cuna natal fue el Medio Oriente y, gracias en parte al comercio y los distintos conflictos bélicos, fueron extendiéndose y copando el resto de lugares del mundo. Dado que se desarrollaron bajo las condiciones arduas que son seña de identidad del clima desértico, fueron capaces de adquirir unas condiciones de fuerza y resistencia valoradas por muchas poblaciones y pueblos. Con el paso del tiempo, el caballo árabe fue cruzándose con más razas con el fin de mejorar condiciones o capacidades.

El unir su futuro en todo momento al del hombre, hizo que el caballo árabe se convirtiera en uno de los caballos más dóciles e inteligentes que se conocen. Su papel principal no fue el relacionado con las labores agrícolas, sino a mostrar presencia en el campo de batalla.

Por fortuna, a día de hoy la suerte del caballo árabe es bien distinta. Su cría y cuidados van orientados a la participación en actividades ecuestres como la equitación, siendo una de las razas más populares en estas lides. Su agilidad, alegría y armonioso trote tienen gran culpa de esta situación.

Características del caballo árabe

Cabeza del caballo árabe

Como comentábamos anteriormente, el caballo árabe no es un caballo cualquiera. Esta raza guarda consigo una serie de características que le diferencias claramente del resto de equinos.

Su tamaño, como ocurre en todos los casos, varía en función del ejemplar, el sexo, etc. No obstante, el estándar de reza del caballo árabe nos dice que la altura hasta la cruz oscila entre los 143 y los 153 centímetros. Esto muestra que no es una raza especialmente grande, sino más bien de pequeñas dimensiones.

Su pelaje puede tener varias tonalidades. En realidad, encontramos caballos árabes en prácticamente todos los colores, aunque los más característicos o arraigados a este tipo de raza sean los colores tordo y alazán.

Al observar su morfología, hemos de hacer especial hincapié en la cabeza. La cabeza de estos caballos es refinada, con una frente muy amplia y unos ojos verdaderamente grandes y expresivos. La nariz, de gran tamaño, contrasta con su pequeño hocico

En la parte inicial de este artículo, mencionábamos que el haberse criado en ambientes y parajes duros, marcó mucho su evolución y desarrollo, algo que se puede apreciar sobre todo en su cuerpo robusto y fuerte.

El caballo árabe posee una espalda más bien corta, con unos cuartos traseros no muy exagerados. A modo de curiosidad, algunos ejemplares de caballos árabes no tienen solamente cinco vértebras lumbares en lugar de seis, que es lo habitual. Esto conduce a la reducción inmediata de un par de costillas (17 costillas en vez de 18).

En cuanto a su carácter se refiere, hemos de señalar que es uno de los caballos más sensibles e inteligentes jamás visto. Su docilidad y tranquilidad le han permitido situarse entre las razas más preferidas por los criadores y amantes de los caballos.

Líneas del caballo árabe

Caballo árabe al trote

Durante su evolución, el caballo árabe se cruzó con varias razas con el fin de mejorar características como la altura, etc. Esto provocó dentro de la misma raza surgieran diferentes líneas de caballo árabe muy parecidas entre sí pero que también manifestaban ciertas diferencias.

En primer lugar, tenemos la raza o variedad llamada Kuhayla. Bajo esta línea de caballos árabes se sitúan aquellos de complexión más fuerte y poderosa. A continuación, encontramos a los caballos árabes denominados Saqlauis, que son aquellos caballos más estéticos y con más belleza por así decirlo. Ya en último lugar se ubica la variedad de Muniqui, que corresponde a los caballos cuyas aptitudes son más propias y cercanas a la velocidad y agilidad.

Estas son solo las tres líneas principales, aunque si luego se suman las distintas sublíneas y familias que se originan alrededor, podríamos estar hablando de un total de doscientas.

Precio del caballo árabe

Potro de caballo árabe

Los caballos no son precisamente animales domésticos de un valor económico bajo. Hay que destacar que esta circunstancia varía también dependiendo de la raza y de numerosos factores.

Por lo general, el caballo árabe no es un caballo especialmente caro. El precio medio de un ejemplar de pura raza se encuentra entre los 4500 y 6000 euros.

Esperamos haberos ayudado a conocer muchos más detalles de cómo es y de dónde viene  el caballo árabe, además de haber podido despertaros  la curiosidad y el gusanillo por tan fantástico animal.


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