El caballito de mar es uno de los animales más llamativos que podemos encontrar en el mar. Debido a su aspecto recuerda mucho a los caballos, ya que tienen la cabeza muy similar a la que tienen los equinos. Existen una gran variedad de especies, pero todas ellas tienen algo en común: atraen la atención de los seres humanos que se aventuran a explorar su hábitat.
Así que, en esta ocasión nos salimos un poco de la tónica habitual para darte a conocer a estos bellos animales acuáticos.
¿Cómo es el caballito de mar?
Cuerpo
Nuestros protagonistas son unos animales que nada tienen en común con el resto de peces. Alcanzan una altura de entre 14mm hasta los 29cm. Su cuerpo está cubierto por una armadura de placas o anillos de constitución ósea. Su posición siempre es erecta. Se mueven de un sitio a otro gracias a su aleta dorsal, que se encuentra situada en la parte baja de la espalda, muy cerca de la cola. A pesar de que agitan ésta unas 3 veces y media por segundo, suelen tener muchos problemas para llegar a su destino. El desplazamiento vertical lo consiguen ajustando el volumen de aire de las vejigas natatorias y mediante las aletas pectorales.
Su cola es prensil, lo que significa que pueden aferrarse a los corales y a las plantas acuáticas, evitando así que las corrientes marinas puedan llevarlos demasiado lejos. Además, son miméticos, esto es, pueden cambiar los colores de su cuerpo para confundirse entre las macroalgas de su entorno. Esta estrategia es vital para su supervivencia, pues los caballitos de mar sirven de alimento para cangrejos, atunes, pez dorado y aves de mar.
Respiración
Al igual que todos los seres vivos, necesitan respirar y, al igual que los peces, lo hacen mediante branquias. Gracias a estos órganos, pueden extraer el oxígeno disuelto en el agua y expulsar el dióxido de carbono al medio.
Comunicación con otros congéneres
Aunque no lo parezca, los caballitos de mar son animales acuáticos sociables. Es fácil encontrar pequeños grupos cerca de los arrecifes. Para comunicarse, provocan una especie de chasquido con rápidos movimientos de su cabeza, rozando así una parte del cráneo con una parte de su esqueleto externo superior. Una vez al año, cuando la temperatura del agua aumenta, se juntan con sus parejas entrelazando sus colas durante 15 a 20 minutos.
El macho deja caer su líquido seminal al exterior, y a medida que los huevos van entrando en el saco del macho, llamado marsupium, se van fecundando. Allí pueden desarrollarse estando bien protegidos desde 10 días a seis semanas, dependiendo de la especie y de la temperatura del mar. Pasado ese tiempo, el macho deja salir a las crías, contrayendo su cuerpo para hacer presión y poder, así, liberarlas, algo que terminará en hacer varias horas. El »parto» puede ser, pues, agotador para el progenitor, ya que además pueden llegar a tener entre 10 y más de 400 crías.
Las crías, una vez que salen, no miden más que unos 7-11 milímetros de largo. Hasta que alcancen el tamaño adulto, irán entrando y saliendo de la bolsa según haya peligro o no en el exterior.
Tipos de especies
El género al que pertenecen el caballito de mar, Hippocampus, está formado por 57 especies. Algunas de ellas son:
Hippocampus abdominalis
Conocido como caballito barriguro o caballito de mar de vientre grande, es un caballito de mar que tiene una longitud de 35cm. Vive en la costa de Nueva Zelanda y Australia, donde alimenta de crustáceos y otros animales pequeños que viven entre las algas.
Hippocampus capensis
Es la especie más amenazada. Pueden llegar a alcanzar una altura total de 12cm, siendo los machos más fuertes y largos que las hembras.
Hippocampus severnsi
Se trata de una especie que se identificó por primera vez en Indonesia en el 2008. Vive en las aguas tropicales del océano Pacífico, Australia, Fiyi, Japón, Papúa Nueva Guinea e Islas Salomón.
¿Dónde vive el caballito de mar?
Los caballitos de mar se encuentran en las aguas cálidas, principalmente tropicales, entre los 0 y los 2543m. El rango de temperatura oscila entre los 3,04 y los 28,4ºC. Así pues, se desarrollan en aguas tropicales y templadas, en las costas del océano Atlántico, incluyendo el mar Mediterráneo, como en el Indo-Pacífico, desde la costa este africana hasta el Pacífico central, incluido el mar Rojo.
Lamentablemente, a día de hoy son animales en peligro de extinción, y su comercio está regulado por la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora silvestres). Cada año, tan sólo en Asia se capturan toneladas de caballitos de mar para usarlos en tratamientos tradicionales. Allí, se cree que tienen propiedades medicinales.
Asimismo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), ha catalogado a muchas especies del género como vulnerables, y algunas incluso como »en grave peligro», como la Hippocampus capensis, que vive únicamente en el estuario de Knysna y en otros tres estuarios situados en la costa sur de Sudáfrica.
Para protegerlos de la desaparición, se van construyendo hábitats artificiales, como es el caso del que se hizo en el mismo estuario de Knysna.
¿Te ha gustado este artículo sobre los caballitos de mar?