La bajada de los caballos volvió a tomar MondoƱedo en el DĆa das VĆ©speras de As San Lucas, con cientos de ejemplares descendiendo desde los montes hasta el casco histórico. El momento mĆ”s esperado se produce cuando los animales cruzan la Praza da Catedral camino del Campo da Feira, una estampa que identifica a la ciudad y congrega a multitudes.
Para facilitar el seguimiento, la organización habilitó gradas de pago y pantallas en la plaza, ademÔs de retransmitir el recorrido. La emisión arrancó a las 17:30 y el paso frente a la catedral se programó en torno a las 18:45, de modo que cualquiera pudo escoger el mejor punto para disfrutar del espectÔculo con comodidad.
Recorrido, horarios y puntos clave

Los animales descienden en cuadrillas guiadas por los ganaderos desde los montes del Xistral, con puntos de partida tan reconocibles como O Campo do Oso y O Fiouco, y avanzan hacia el valle del Masma para entrar en la ciudad episcopal. La travesĆa urbana remata en el Campo da Feira, donde al dĆa siguiente se celebra la gran cita ganadera.
El itinerario urbano pasa por enclaves muy concurridos: Os Muiños, Rúa San Roque, Fonte Vella o el entorno del auditorio Pascual Veiga, ademÔs del paso icónico ante la catedral. Ver a los caballos trotar sobre la piedra es un instante tan breve como intenso, de los que levantan aplausos y dejan fotos para el recuerdo.
Con la instalación de una pantalla gigante en la plaza y asientos numerados (precio por butaca de 10 euros, a la venta en la Oficina de Turismo), el público pudo seguir el avance de las manadas desde el monte hasta su llegada al recinto ferial. El objetivo, según la organización, fue asegurar una experiencia segura y accesible sin perder la esencia de una tradición secular.
Quienes prefieren moverse a pie encontraron varios puntos recomendados para contemplar la bajada con buena visibilidad y margen de seguridad. Entre ellos, el entorno de Os Muiños, la Rúa San Roque, la Fonte Vella, las inmediaciones del auditorio y, cómo no, la propia Praza da Catedral.
Participación, seguridad y presencia institucional

Tomaron parte cerca de medio millar de caballos, pertenecientes a explotaciones de la zona que crĆan a sus animales en libertad en los montes de la comarca. Entre las ganaderĆas destacaron nombres como Xan das Bouzas, Javier Ares y Tania PĆ©rez, habituales en esta jornada tan seƱalada.
La tarde dejó un incidente reseñable: un jinete resultó herido en la plaza de la Catedral tras la coz de otro caballo que se revolvió en cabeza del grupo. El dispositivo sanitario lo atendió in situ con apoyo de Guardia Civil y Protección Civil y, posteriormente, fue trasladado en ambulancia a un centro médico.
El público respondió masivamente, con asistentes llegados de múltiples puntos de Galicia e incluso de fuera de la comunidad. La bajada, que se documenta desde 1156, se mantiene como uno de los ritos ecuestres mÔs antiguos en activo, y año tras año reafirma su condición de cita imprescindible en el calendario festivo y ganadero.
La jornada contó con una amplia representación institucional. Desde el Ć”mbito autonómico y provincial se subrayó la relevancia de esta tradición para el medio rural y la identidad ganadera, mientras que la Diputación de Lugo remarcó su apoyo con 20.000 euros destinados a actividades vinculadas al sector caballar. TambiĆ©n hubo presencia de cargos municipales y comarcales, que pusieron el foco en la ganaderĆa extensiva y su papel en la economĆa local y la prevención de incendios.
La actividad ecuestre no se detuvo con el paso por la catedral: el caballo volvió a ser el protagonista en los concursos de andadura y en la doma nocturna, ya en el recinto ferial y en la plaza, dentro de un programa que combina tradición, deporte, mĆŗsica y gastronomĆa sin perder de vista el respeto por los animales y la seguridad del pĆŗblico.
La bajada de los caballos de As San Lucas de Mondoñedo dejó un balance marcado por la gran afluencia, la impecable labor de los ganaderos guiando a las manadas, un operativo de seguridad atento y una participación institucional que respalda la continuidad de una costumbre que late con fuerza cada otoño.
