Cómo aprender a montar a caballo

Niñas montando a caballo

El caballo es uno de los animales más dóciles y que mejor se ha adaptado a la vida con el ser humano. Desde hace siglos, el hombre y los equinos han establecido una estrecha relación, beneficiándose mutuamente los unos de los otros.

Los caballos han sido importantes en muchos aspectos del día a día de las personas. Han servido como ayuda en las labores agrarias, de construcción, transporte, etc.

En la actualidad, ya no es común el ver a los caballos como un animal de trabajo, sino que tienen una función diferente. Ahora, todos aquellos que poseen uno de estos animales es más bien por ocio, por pasión y disfrute.  Y es que pocas cosas hay tan placenteras y amenas como un buen paseo a caballo.

Sin embargo, y a pesar de lo que pueda parecer en un primer momento, montar a caballo no es nada, pero que nada, fácil. Esta destreza es ardua de dominar correctamente, puesto que en ella influyen muchos factores: la habilidad del jinete, el tipo de caballo, los aperos utilizados, etc.

A continuación, intentaremos ofrecerles una serie de directrices a aplicar a la hora de montar a caballo, y un conjunto de consejos que tendrá como finalidad hacer de esta experiencia algo positivo.

¿Cuándo comenzamos a montar a caballo?

Niña aprendiendo a montar a caballo

Tal y como comentábamos anteriormente, montar a caballo puede convertirse en uno de los pasatiempos más agradables para todos los públicos, desde pequeños a mayores. Cualquier edad es recomendable.

Bien es cierto que durante el proceso de la monta, la mayor parte del trabajo recae del lado del animal. Pero, ojo, es, precisamente eso, un animal. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que no siempre va a estar dispuesto a obedecer nuestras órdenes, y su comportamiento no va a ser idílico. Por tanto, debemos tener en cuenta que pueden surgir imprevistos numerosos durante la equitación.

Esto implica que el jinete debe de contar con ciertas actitudes físicas y, sobre todo, mentales para estar totalmente preparado si quiere montar a caballo.

No es de extrañar que los niños se inicien en la equitación a edades bastante tempranas, alrededor de los 8-9 años. Esto es una circunstancia que puede ser beneficiosa, ya que el ser humano adquiere la mayor parte de sus conocimientos en las etapas más tempranas de su vida. Pero, eso sí, siempre que llevemos a nuestros niños y niñas a montar a caballo, hemos de hacerlo en las mayores condiciones de seguridad posibles.

¿Dónde hay que empezar a montar a caballo?

Pareja de amazonas

La mejor opción para empezar a montar a caballo, tengamos o no uno de esto animales en casa, es acudir una entidad o escuela especializada en la iniciación a la hípica o equitación.

Allí encontraremos todo lo necesario: materiales, instalaciones, profesores competentes y expertos en la materia, además de caballos más que acostumbrados a ser montados y que sobre el papel no deben presentar problemas de comportamiento, etc.

Hay personas que, como sucede en todo, tienen más aptitudes que otras. Unas podrán aprender a montar a caballo en nada de tiempo, pero a otras les resultará algo más correoso. Si tenemos un buen profesor a nuestro lado, siempre será recomendable.

¿Qué materiales necesito para montar a caballo?

Montura y cincha

Una de las mayores preocupaciones que surgen si eres principiante en esto de montar a caballo es: ¿qué necesito?

Lo primero, lógicamente, es una buena montura, la cual está compuesta por una silla y unos estribos para introducir o apoyar los pies. Unas estriberas, que no son otra cosa que unas correas que conectan los estribos con la silla. Por supuesto, la silla debe de estar bien sujeta al animal, y esto se consigue por medio de una cincha.

Otro elemento importante es lo que se conoce como freno o bocado, que consiste en una pieza metálica que se coloca en la boca del animal y que es la encargada de trasmitir la presión de las riendas. Estas riendas son unas cintas, o una sola cinta en varios casos, de cuero resistente con las que el jinete dirige al caballo.

Luego tenemos la cabezada, compuesta por distintas bandas que se ajustan a la cabeza del caballo, uniendo las riendas con el bocado.

Ya por último tenemos el rebenque, que es una especie de vara fina de madera recubierta también de cuero y sirve para darle pequeños toques al animal e incitarle a caminar y moverse.

Pasos para montar a caballo

Jinete americano

Ahora llega el momento de la verdad, ¡vamos a montar a caballo! No te asustes, si sigues estos consejos y recomendaciones, lo conseguirás.

Si eres principiante, puede que te sea de gran utilidad un bloque de montar. Estos objetos son pequeñas piezas de madera similares a un taburete, que te ayudará a subir mejor encima del caballo, puesto que subir directamente desde el suelo no es algo sencillo.

Colócate por la parte izquierda del animal, y sitúa el pie izquierdo en el estribo izquierdo e impulsa el cuerpo hacia arriba. Seguidamente, dibuja un arco con la pierna derecha, como si fueras a abrazar el cuerpo del caballo, e introduce el pie derecho en el estribo derecho.

Durante este proceso, alguien puede sujetarte la cabeza del caballo para facilitarte el mismo. Si no es así, tienes que sujetar fuerte las riendas con la mano izquierda. Eso sí, no estires mucho para evitar que el caballo comience a caminar.

Una vez estés arriba, sitúate en una posición que te permita mantener el equilibrio. Es crucial tener la espalda lo más recta posible. A continuación, coloca las piernas (siempre hacia dentro) y sujeta las riendas correctamente.

Precauciones a la hora de montar a caballo

Cabezada y riendas

Montar a caballo es algo muy bonito, sí, pero también puede tornarse en algo peligroso. Por ello, hay que tomar una serie de precauciones:

Usar un casco en buen estado y ropa segura con el fin de evitar lesiones en la cabeza o heridas superficiales causadas por una caída.

Revisar que la montura esté bien colocada, y que el resto de aperos (riendas, estribos, etc.) se encuentren en buen estado. Precisamente, con los estribos hay que tener cuidado, puesto que también debemos procurar que el largo de los mismos sea el adecuado para el jinete.

Observar el estado físico del caballo, mirar detenidamente sus cascos y herraduras para asegurarnos que no hay ningún problema.

Todo lo explicado anteriormente no tiene otro objetivo que guiarles en la andadura de comenzar a montar a caballo, algo que para todos aquellos que amamos a este maravilloso animal, nos supone una vivencia de lo más grata y aconsejable. Esperamos haberles servido de ayuda.


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