Son varias las causas por las cuales un caballo puede perder peso. Cualquier problema con la dentadura, parásitos, enfermedades digestivas. En incluso todas las anomalías y achaques debido a la edad del caballo. Detectar la anomalía es primordial para tratarlo y conseguir que suba de peso.
Será el veterinario el indicado para detectar el problema por el cual el caballo ha tenido una pérdida de peso sin motivos aparentes. Éste le hará una exploración que comenzará por la dentadura y terminará con una analítica para detectar cualquier infección.
Es importante que el veterinario sepa si está desparasitado periódicamente. Porque será el modo de evitar la pérdida de peso. Los parásitos residen en los intestinos y absorben los nutrientes que necesitan para construir músculos y las capas saludables de grasa.
Revisar los dientes evitará que nos encontremos con problemas a la hora de masticar. Sobre todo si hablamos de caballos de más de diez años. Revisar la lengua y mejillas para ver que no haya cortes. Tener cualquier problema en la boca será un impedimento para que el caballo no pueda comer en condiciones. Incluso las llagas le producirán dolor.
A tener en cuenta
Se cree que, al menos el 80% de todos los caballos tienen alguna úlcera en algún periodo de su vida. Los antiácidos para equinos pueden aliviar el dolor de manera temporal, permitiéndose poder alimentarse.
Si le damos como alimento heno y éste no es de muy buena calidad puede que tenga una apariencia huesuda y un gran estómago. Esto hace que el metabolismo no muy activo y si encima el caballo no realiza ejercicio, su aspecto será poco proporcionado.
La alfalfa es un alimento que no puede faltar en su dieta, aunque en proporciones mínimas sin abusar. Los nutrientes de la alfalfa incrementarán el nivel de actividad y el bienestar del caballo. El aceite de maíz es un buen suplemento para que gane peso y tenga un aspecto más saludable con el tiempo.