Estructura ósea de los caballos

Estructura osea de los caballos

Como consecuencia de la evolución la estructura ósea de los caballos se ha producido algunos cambios. Estos cambios se ven principalmente en sus extremidades, generando que se reduzcan los dedos a uno solo rodeado de un material córneo conocido como casco o vaso.

En las extremidades delanteras el cúbito y el radio se han unido dando lugar a un solo hueso, esto mismo ha sucedido con la tibia y el peroné, impidiendo que se pueda girar lateralmente las manos y los pies.

Actualmente los huesos de la cabeza de los caballos son más largas y tienen una cara que tiene el doble de longitud que los del cráneo. La mandíbula también se ha alargado, contando con una superficie ancha y aplanada en la parte inferior de la zona posterior.

Los caballos cuentan con un mínimo de 36 dientes de los cuales 12 son incisivos y 24 malares. Su columna vertebral se encuentra compuesta por 51 vértebras.

El esqueleto del caballo se encuentra compuesto por 210 huesos, este esqueleto cumple la función de ser el soporte de los músculos, proteger los órganos internos y permitir la movilidad para que pueda regular las diferentes velocidades.

Evolución del esqueleto del caballo

El esqueleto se ha ido adaptando para satisfacer las diferentes funciones.

Los caballos, igual que otros animales, han ido evolucionando a lo largo de su historia, ello implica que su estructura ósea ha ido cambiando. Estos cambios pueden verse principalmente en las extremidades de los equinos, aunque se detectan en otras partes de su esqueleto.

Por su domesticación y las tareas que le han dado los seres humanos, los caballos pueden sufrir daños a nivel muscular u óseo, por ello es importante saber cómo es su cuerpo y qué partes son más propensas a sufrir lesiones, para poder evitarlo de manera sencilla.

Si queréis saber más sobre la evolución ósea de los equinos seguir leyendo que os lo contamos a continuación.

El cuerpo de los equinos se divide en: cabeza, cuello, tronco y extremidades.

En total el esqueleto de los caballos está compuestos por unos 210 huesos y la columna vertebral esta compuesta por 51 vértebras. De las vertebras, 7 son cervicales, 18 torácicas, 6 lumbares y 15 caudales. El esqueleto tiene la función de hacer de soporte para los músculos, así como proteger los órganos internos y permitir la movilidad para que puedan regular las diferentes velocidad.

Fuente: wikipedia

Un dato curioso es que el  esqueleto de los caballos no posee clavículas. Sino que la zona de las extremidades anteriores se une a la columna mediante músculos, tendones y ligamentos.

Las extremidades de los caballos

Comentábamos que las extremidades han sufrido los mayores cambios, esto queda patente en las patas delanteras donde el cúbito y el radio quedaron unidos en un solo hueso. Lo mismo ocurre con la tibia y el peroné. En este último caso, la unión de esos huesos impide que los equinos pueda girar lateralmente las manos y los pies. Hablando de manos y pies, los dedos quedaron reducidos a uno único rodeado de un material córneo denominado casco o vaso.

Las extremidades delanteras son las que aguantan la gran parte del peso corporal de los caballos.

La cabeza de los caballos

La cabeza es una de las partes más expresivas de los caballos y es además, otra de las partes óseas que han cambiado. En la actualidad, los huesos que componen la cabeza de los caballos son más alargados y poseen una cara cuyo largo es el doble de la longitud de los huesos del cráneo. La mandíbula también se ha alargado, contando con una superficie anchas y aplanada en la parte inferior de la zona posterior.

La cabeza está compuesta por:

  • Frente.
  • Ternilla, que es la zona alargada y rígida entre los ojos.
  • Chaflán, la parte longuitudinal a la ternilla que limita con el ojo y las fosas nasales.
  • Cuencas o fosas temporales, son las dos depresiones que se encuentran a cada lado de las cejas.
  • Sienes.
  • Ojos.
  • Carrillo.
  • Barba, parte de las comisuras de los labios.
  • Belfos, labio inferior. Es una zona muy sensible.
  • Quijada, parte lateral trasera de la mandíbula del equino.

En la boca, los caballos poseen un mínimo de 36 dientes de los cuales 12 son incisivos y 24 son molares.

El cuello de los caballos

El cuello de los equinos tiene forma trapezoidal, con una base más fina en la unión con la cabeza y mas ancho en el tronco.

El cuello tiene una función muy importante ya que interviene en el equilibrio de los equinos.

La parte donde se encuentran las crines puede ser recta, cóncava o convexa según la raza de equino que sea. Un dato curiosos de las crines, es que son mas pobladas en los machos que en las hembras.

El tronco de los equinos

No es solo la zona más grande de la anatomía equina, sino que además dota de unas cualidades u otras a los caballos dependiendo de su forma y corpulencia.

La región vertebral torácica que coincide con la zona de la cruz y la espalda, así como la región lumbar que coincide con el final del dorso y la grupa, pueden sufrir ciertos daños al ser la zona donde se coloca la silla de montar. 

La zona de la articulación del hombro también puede lesionarse con frecuencia en los saltos.

Es importante que el jinete toque la zona de la columna vertebral con frecuencia para valorar posibles molestias en el animal y que puedan ser tratadas a tiempo.

Para evitar lesiones el jinete debe evitar montar directamente en el caballo nada más salir de la cuadra, ya que se les pone encima un peso importante de repente.

El tronco está dividido en varias el partes:

  • Cruz, zona alta y musculosa al término del cuello. Es esta zona la que mide la altura de los caballos.
  • Dorso, limita con la cruz por delante, con los costados en los laterales y con el lomo por la parte de atrás.
  • Lomo, zona de los riñones.
  • Grupa, zona final de la espalda que limita con la cola.
  • Cola.
  • Anca, laterales de la grupa.
  • Pecho.
  • Cinchera, limita por delante con las axilas y por detrás con el vientre.
  • Vientre.
  • Costados.
  • Flancos o ijares, sobre el vientre, anterior a las ancas.

Como podemos ver, el esqueleto ha ido cambiando, pero ¿A qué se deben estos cambios? los caballos han ido adaptándose para satisfacer las diferentes funciones.

Hay que tener en cuenta que dependiendo de las razas pueden haber ciertas variaciones en algunas zonas de la anatomía.


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