Las maneras y los síntomas que hacen pensar que un caballo puede llegar a tener parásitos son muy variados, sobre todo porque en la mayoría de los casos los síntomas son muy generales, por lo que no es fácil de detectar aisladamente, por lo que podemos encontrar por ejemplo pérdida de peso, pica, diarrea, retraso en el crecimiento, fiebre, pelaje sin brillo, cólicos y hasta la muerte del caballo, por lo cual ante cualquier síntoma extraño es mejor consultar y así poder mantener sano y bien cuidado a nuestro animal.
La mejor manera de mantener un cuidado estricto en este tema es por ejemplo comenzar reduciendo al máximo las larvas infectantes en la pastura, así como también controlar el número de parásitos que contienen el animal, por lo que este punto es muy aconsejable generar en conjunto con el veterinario una estrategia para mantener contemplado este tema en la vida de nuestro caballo y de esta forma poder garantizar la calidad de vida y la longevidad de los equinos.
Siempre es bueno si ingresan nuevos equinos a la cuadra tratarlos de cero, así se integran a la asepsia que podamos llegar a manejar con nuestros caballos, y también uno de los trucos que uno puede aprender con los años es que debemos prestar más atención en los más jóvenes, además de otras de las mejores maneras para reducir los parásitos es rotar sistemáticamente las pasturas, esto permite que los caballos puedan mantenerse sanos.
El conteo de huevos por gramo de material fecal también es de vital importancia esto lo hacen con regularidad los veterinarios, y así se sabe a ciencia cierta los problemas que puedan a llegar a tener nuestros animales.